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Sueldos millonarios en la UNAM

De $90 mil a $183 mil al mes

El pasado diciembre se hizo pública una investigación que señala que funcionarios de la UNAM perciben entre $90 mil y $183 mil pesos al mes. Una vez más sale a la luz pública cómo una pequeña cúpula conformada por el rector, su equipo cercano y directores de institutos, facultades y escuelas ganan de manera individual más de $90 mil pesos al mes. Por cierto, algunos de ellos ganan más que el propio presidente.

Por si fuera poco, en la investigación se señala que: “las percepciones de la mayoría de los 85 funcionarios son todavía superiores… pues se trata únicamente de los sueldos por su actividad como funcionarios. La UNAM mantiene fuera del escrutinio público, y bajo secreto, lo que perciben esos mismos funcionarios en sus actividades como ‘académicos’ o ‘investigadores’, explican fuentes administrativas que solicitaron no revelar su identidad por miedo a la ‘represión laboral’. Adicionalmente, el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología —a través del Sistema Nacional de Investigadores— les paga otras decenas de miles de pesos”.

Entre los ejemplos de los grandes sueldos de esos 85 funcionarios que se mencionan en la investigación, tenemos el caso del rector Enrique Graue, “la UNAM le paga una remuneración mensual bruta por 61 mil 243 pesos. Además, de compensación por antigüedad se lleva cada mes 34 mil 827.18 pesos. Y por ingresos adicionales, 87 mil 489.82 pesos. En total, a Graue Wiechers, le destina la Universidad 183 mil 560 pesos. A ello se le agrega un pago anual bajo el rubro ‘ingresos por días de ajustes’ de 22 mil 597.4”.

Aunque se informa que el rector regresa $22 mil 350 pesos cada quincena, la investigación apunta que el rector Enrique Graue termina recibiendo nada menos que $138 mil 860 pesos al mes. Es claro que hay quienes no les llegaron los vientos de la austeridad republicana que el nuevo gobierno viene impulsando, sólo le pretenden “taparle el ojo al macho”.

Otro par de casos son los de aquellos que ganan cada mes $179 mil 598 pesos: “Se trata de Leonardo Lomelí Vanegas y Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria, secretario general y secretario administrativo, respectivamente. Integran sus percepciones con 44 mil 508 pesos de sueldo formal, más compensaciones por antigüedad e ingresos adicionales por 135 mil 330 pesos cada uno. Al año, cada funcionario recibe de la Universidad 2 millones 155 mil 176 pesos, más un ingreso anual por ‘días de juste’ por 13 mil pesos.” Estos son tan sólo un par de ejemplos de los sueldos millonarios que mantienen los 85 funcionarios de la Universidad.

Sin duda, los recursos económicos que obtienen estos funcionarios contrastan fuertemente con los salarios que tenemos los trabajadores administrativos y el de la inmensa mayoría nuestros compañeros académicos, pues el 74% de los profesores de la unam que cuentan con las categorías de Profesor Ordinario de Asignatura y de Ayudante de Profesor se encuentran en situación de precariedad, inestabilidad y pobreza, tal como lo señala la investigación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía, titulada “El poder adquisitivo del salario de las profesoras y los profesores en la unam 2001-2021”.

Para ejemplificar los bajos salarios que tiene ese 74% de nuestros compañeros académicos, vemos que el salario base de un Profesor Ordinario de Asignatura por una carga de 9 horas semanales frente al grupo para el año 2019 fue de $3,422 pesos al mes frente a los $7,940 pesos del costo de la canasta básica de ese año y frente a los más de $90 mil pesos que reciben los 85 funcionarios de la Universidad.

Es así como vemos que la mayoría de nuestros compañeros académicos que cumplen con uno de los objetivos fundamentales de la Universidad, que es la docencia, labora con salarios sumamente bajos e inestabilidad laboral, con salarios tan bajos que ni siquiera alcanza para comprar los alimentos de la comida. Pero eso sí, hay una pequeña cúpula en la UNAM que tiene sueldos millonarios, esa que se siente ofendida cuando la señalan como neoliberal por sostener, entre otras cosas, una vida de lujos para unos cuantos y salarios bajos para la inmensa mayoría de nosotros los trabajadores administrativos y académicos.

El argumento que lanza la patronal universitaria cada año en las revisiones salariales y contractuales, de que “no hay recursos suficientes” para ofrecer aumentos salariales justos para nosotros los trabajadores administrativos, es falso y se desvanece a la luz de los hechos. Hay un importante recurso, pero se está mal distribuyendo y en buena medida es acaparado por 85 funcionarios.

Son tiempos de terminar con el lujo y el derroche de unos cuantos y con la precariedad de muchos, es momento de poner fin al neoliberalismo también en la UNAM.

¡Unidos venceremos!

¡Organizar para luchar, luchar para vencer!

Camarada

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