El Estado y los paramilitares en Chiapas
Objetivo: contrainsurgencia
Los grupos paramilitares están conformados por personas que son mandatadas, financiadas o protegidas por un Estado, por medio de alguna estructura del mismo o de agentes del mismo con el objetivo de ayudar al control territorial y social mediante la ejecución de graves violaciones de derechos humanos contra la población organizada o no organizada.
En nuestro país el origen de los grupos paramilitares es la estrategia de aniquilamiento de los grupos armados revolucionarios que luchaban por el socialismo y de control del movimiento popular que luchaba también por el socialismo por vías legales o por ampliar los derechos políticos y económicos de la clase trabajadora.
Incluso si puede usted consultar una página oficial del gobierno de México, encontrará que en el Archivo General de la Nación hay un documento donde se habla de la creación del grupo paramilitar llamado “los Halcones”:
¿Quién creo al grupo paramilitar “los Halcones”?
“…el grupo fue formado por Alfonso Corona del Rosal, entonces regente de la ciudad, y fue adiestrado por el coronel Manuel Díaz Escobar Figueroa, subdirector en esa época de la Dirección de Servicios Generales del Departamento del Distrito Federal (DDF). Según el informe, contaban con al menos 1,000 integrantes para 1971. Sus entrenamientos estaban basados en gimnasia, karate, kendo, manejo de armas de fuego y defensa personal. Eran financiados por el DDF, quienes también les proporcionaban todos los medios (transporte, talleres, combustible, etc.) para llevar a cabo sus acciones.”
https://www.gob.mx/agn/articulos/grupos-paramilitares-en-mexico-los-halcones
Ese grupo paramilitar fue utilizado para masacrar a los asistentes de la marcha del 10 de junio de 1971, en la Ciudad de México, la llamada masacre del “jueves de corpus”.
La creación de los grupos paramilitares se ha desarrollado de tal manera que cada día es más difícil encontrar un documento oficial de cómo el Estado planifica y crea los grupos paramilitares. Pero siguen existiendo y se siguen creando.
Los más difícil en la actualidad para entender el origen de los grupos paramilitares, además de probar su origen en el Estado, es el contexto en el cual se crean. Hasta el año 2000, fue muy claro cómo los grupos paramilitares fueron utilizados para luchar contra las fuerzas insurgentes y el movimiento popular mayoritariamente anticapitalista. El fenómeno del narcotráfico, aunque existía no existía como lo conocemos hoy.
Sin embargo, a partir del 2000, la estrategia de presentar al narcotráfico como si fueran diferentes empresas criminales, le permitió al Estado, darles nombres, estructuras, control territorial y ejércitos paramilitares propios. Por supuesto todo lo anterior ocultando su responsabilidad en el origen, la creación y el desarrollo de estas verdaderas empresas ilegales.
Estas empresas ilegales, le permiten al Estado hacer lo que de manera legal no podría: violar derechos humanos de la población: aniquilar opositores, ejercer control territorial, desplazar de manera forzada a la población, garantizar el trabajo de diferentes empresas legales, sobre todo mineras, garantizar el tránsito de las mercancías de las empresas trasnacionales, evitar la organización de la clase trabajadora del campo y la ciudad, todo por medio del terror. La saña, la sevicia con que se comenten actos de tortura, de ejecución extrajudicial, la desaparición forzada, son elementos necesarios para derrotar la voluntad del pueblo para defenderse de manera organizada.
Por supuesto, todo lo anterior se nos presenta como conflictos entre bandas criminales organizadas para violar la ley, y frente a esas bandas criminales super poderosas, no hay otro remedio que fortalecer a sus creadores: las fuerzas armadas federales y estatales.
Sabemos que aceptar esta realidad es cuestionar radicalmente a este gobierno, sabemos que esta verdad es inaceptable para muchos seguidores del partido en el gobierno. Pero a ellos les invitamos a viajar a Chiapas y observar cómo en algunas carreteras, sobre todo en las carreteras federales y secundarias conviven retenes de “civiles” armados con retenes de las fuerzas armadas o policiacas, basta observar cómo se vive en la frontera con Guatemala. Tal vez no hay que preguntar mucho, hasta por seguridad personal, pero vayan y observen.
O si es imposible ir, lean las denuncias de algunas organizaciones como la hecha por el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo frente a la agresión sufrida contra dos niñas de 3 y 4 años y tres adultos por parte de un grupo paramilitar autonombrado Organización de Pueblos Autónomos para la Protección de los Indígenas Chiapanecos, que se creó en el municipio de Altamirano, Chiapas en diciembre de 2023.
Busque las denuncias en el internet, lea con atención, evite caer en el lenguaje que oculta los hechos y observe que sin funcionarios o instituciones de gobierno o las fuerzas armadas, grupos como estos no podrían existir con total impunidad.
Y para cerrar con otro hecho lamentable que tienen mucho que ver con el tema: el nuevo embajador de los Estados Unidos en México, fue uno de los 500 asesores del ejército de ese país enviado a El Salvador durante la guerra contras los grupos insurgentes que lucharon contra la dictadura militar, guerra en la cual se crearon grupos paramilitares y escuadrones de la muerte para asesinar impunemente a cientos de miles de salvadoreños opositores a la dictadura militar o acusados de apoyar a la insurgencia.
¿Qué vendrá a enseñar? O ¿qué vendrá a perfeccionar?
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