ArtículosFragua #105Recuperando la historia

1 de mayo. Recordar la lucha proletaria

Antes de hablar del significado de esta histórica fecha, pensemos un poco qué le dice al trabajador mexicano de a pie este 1º de mayo. Quizás para muchos la referencia sea lo que se dice en todos lados, medios de comunicación, sindicatos, lugares de trabajo, etc., es decir, “El día del trabajo”, así en general, cosa que no nos dice mucho y que se pierde entre tantas fechas conmemorativas habidas y por haber en el calendario y por las cosas más variadas. En resumen, es un día de descanso más, que, si bien nos va, lo hacemos “puente” para pasear. Pero como trabajadores vale la pena preguntarnos si esta fecha es sólo de “festejo” o “conmemoración”, y eso qué tiene que ver con nuestra realidad actual.

El 1º de mayo nos remite a una histórica huelga de 1886 en Estados Unidos, cuya exigencia principal era la lucha por la jornada de 8 horas, y que culminó con la condena a la horca de trabajadores anarquistas y socialistas en Chicago, a los cuales se les conoce como los mártires de Chicago. Dicha huelga paralizó más de 5 mil fábricas, con más de 340 000 obreros que salieron a manifestarse con la exigencia de la jornada de 8 horas, antes las jornadas eran de 12 y 14 horas en condiciones de riesgo, maltrato e insalubridad.

 En 1881 se constituyó la Federación Norteamericana del Trabajo (afl por sus siglas en inglés) reivindicando de inicio la jornada de 8 horas para todos los trabajadores, misma que desde su iv Congreso ya planteaba la necesidad de una huelga general que obligara en los hechos a respetar la jornada de ocho horas, tomando forma la propuesta de la fecha del 1º de mayo de 1886 para llevar a cabo tal acción. A medida que se acercaba la fecha más organizaciones de trabajadores se unían a la propuesta de la huelga. Incluso era tal el empuje del movimiento obrero para ese momento que hubo empresas que no esperaron la llegada del 1º de mayo para conceder las 8 horas sin bajar los salarios.

Historia 1 de mayo

Al llegar la fecha del 1º de mayo se declararon en huelga más de 5 mil fábricas y alrededor de 340 mil trabajadores. La huelga empezó a rendir frutos al conseguir cientos de miles de trabajadores en lo inmediato, y durante ese año, la reducción de su jornada a 8 horas o aumentos de salario, aunque en Chicago los acontecimientos tuvieron una respuesta más violenta por parte del Estado y la burguesía, dadas algunas características particulares sociales y económicas de la clase obrera.

Uno de los hechos que detonó la espiral violenta fue la represión por parte de la policía y rompehuelgas a una manifestación que se daba el 3 de mayo frente a la fábrica Mc Cormik, en la que se disparó sobre los trabajadores, con un saldo de seis muertos y decenas de heridos. Como enardecida respuesta de los trabajadores se convocó a una concentración el 4 de mayo en la Plaza Haymarket, la cual contó con unos 15 mil asistentes, entre los que estaban la mayoría de los que serían posteriormente los mártires de Chicago. Cuando la policía se aprestaba a disolver la manifestación, un objeto explosivo cayó sobre ellos hiriendo a varios y causando la muerte a uno. A esto siguió una arremetida brutal de más policías sobre la multitud, disparando sobre ella a mansalva. La carnicería policial dejó un saldo trágico de 28 muertos y 115 heridos.

A partir de los sucesos, se estableció en Chicago un estado de sitio en el que se ocuparon los barrios obreros por parte de la policía. Se generó desde la prensa un ambiente de linchamiento y satanización hacia los grupos anarquistas y socialistas con la consiguiente cacería de brujas que derivó en interrogatorios, detenciones arbitrarias, allanamientos a domicilios de dirigentes y locales sindicales. Finalmente son responsabilizados de arrojar la bomba a la policía los trabajadores Spies, Parsons, Fielden, Fischer, Engel, Schwab, Lingg y Neebe siendo condenados a la horca algunos de ellos y otros a la prisión.

El 11 de noviembre de 1887, fueron ahorcados los dirigentes anarquistas y socialistas August Spies, Albert Parsons, Adolf Fischer y George Engel. Louis Lingg se habría suicidado un día antes. Para Samuel Fielden y Michael Schwab la pena consistió en cadena perpetua, mientras que Oscar W. Neebe fue condenado a 15 años de trabajos forzados. De ahí la conmemoración de los mártires de Chicago, que pagaron con su vida una reivindicación concreta que otras generaciones quizás lo han visto como algo totalmente natural.

Sin embargo, lo que no se recalca, o más bien se oculta es que estos trabajadores si bien es cierto lucharon por demandas muy concretas como la reducción de la jornada de trabajo y otras reivindicaciones inmediatas, al mismo tiempo, tenían ya la conciencia de la necesidad de luchar contra la existencia misma del sistema que produce la miseria y la violencia hacia la clase trabajadora. Es ilustrativo y necesario reproducir este rasgo en las ardorosas palabras de los propios acusados, llenas de consecuencia y combatividad ante la historia. Dejamos sólo algunas pinceladas de sus discursos:

Palabras de los propios acusados, llenas de consecuencia y combatividad ante la historia

 “Al dirigirme a este tribunal lo hago como representante de una clase social enfrente de los de otra clase enemiga… Nosotros hemos dicho, además, que el sistema del salario, como forma específica del desenvolvimiento social, habría de dejar paso, por necesidad lógica, a formas más elevadas de civilización; que dicho sistema preparaba el camino y favorecía la fundación de un sistema cooperativo universal, que tal es el Socialismo” (August Spies)

 “Como obrero que soy, he vivido entre los míos; he dormido en sus tugurios y en sus cuevas; he visto prostituirse la virtud a fuerza de privaciones y de miseria, y morir de hambre a hombres robustos por falta de trabajo… El socialismo, tal y como nosotros lo entendemos, significa que la tierra y las máquinas deben ser propiedad común del pueblo…” (Michael Schwab)

 “…muero feliz, porque estoy seguro que los centenares de obreros a quienes he hablado recordarán mis palabras, y cuando hayamos sido ahorcados, ellos harán estallar la bomba. En esta esperanza os digo: ¡Os desprecio; desprecio vuestro orden, vuestras leyes, vuestra fuerza, vuestra autoridad! ¡Ahorcadme!” (Louis Lingg)

 “Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da el privilegio. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quiénes son sus enemigos y quiénes son sus amigos. Todo lo demás yo lo desprecio; desprecio el poder de un gobierno inicuo, sus policías y sus espías. Nada más tengo que decir”. (George Engel)

“Si queréis mi vida por invocar los principios del socialismo, como yo entiendo que los he invocado en favor de la humanidad, os la doy contento y creo que el precio es insignificante ante los resultados grandiosos de nuestro sacrificio…” (Samuel Fielden)

“Ahora bien, señores; yo, como trabajador, he expuesto los que creía justos clamores de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y de los frutos de su trabajo…” (Albert Parsons)

Un derecho conquistado es resultados de un largo proceso de lucha y organización que ha costado vidas de la clase obrera a nivel mundial

Queda de manifiesto que detrás de un derecho conquistado hay un largo proceso de lucha y organización que ha costado vidas de la clase obrera a nivel mundial. En nuestro país, los derechos alcanzados y recortados en las últimas décadas, son el resultado de las reivindicaciones de los sectores populares más avanzados de la Revolución Mexicana, desde el Partido Liberal Mexicano, así como el villismo y el zapatismo, genuinos ejércitos populares. Su recuperación y profundización sólo será posible desde la lucha organizada con consciencia de clase.

Por todo lo anterior, como olep reivindicamos el 1º de mayo en su carácter de lucha histórica proletaria, es decir, hasta sus últimas consecuencias en la construcción de una sociedad socialista, reconociendo la necesidad de las luchas inmediatas más sentidas de los trabajadores, pero siempre como parte de un proceso anticapitalista, con el horizonte de la construcción de una sociedad socialista!

Pronunciamiento en el marco del Día Internacional del Trabajo 2021 https://olep.org.mx/pronunciamiento-en-el-marco-del-dia-internacional-del-trabajo/

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