Ante la guerra imperialista, resistencia socialista
Guerra imperialista.
Debe quedar muy claro, los socialistas amamos la paz y por principio repudiamos la violencia sobre la cual el sistema capitalista en su fase imperialista se funda y se desarrolla.
Sin embargo, también como socialistas tenemos la obligación de descubrir y exponer el carácter de clase de la violencia, cuál es su origen y cuál es su objetivo.
El genocidio encabezado por Israel y financiado por países como los Estados Unidos (E.U.), Alemania, Francia e Inglaterra, entre otros, tiene un carácter de clase: burgués. La burguesía capitalista trasnacional frente a la crisis económica del Capitalismo utiliza la guerra de agresión con el objetivo de apoderarse de los recursos naturales y someter a los pueblos para poderlos explotar.
El ataque, de Israel y E.U., a Irán es una extensión del genocidio contra los palestinos, cuyo objetivo es apoderarse de los recursos naturales de ese país, someter a los pueblos de esa nación y continuar con la estrategia de cercar a China y Rusia como los enemigos a vencer para mantener la maltrecha hegemonía de los países imperialistas que luchan para no ser arrojados al basurero de la historia.
Si bien es cierto, la agresión nazisionista a Irán el 13 de junio escala el conflicto en la región, también es cierto que legitima la defensa de los pueblos agredidos y oprimidos frente a la misma y hace más evidente el carácter agresor y bárbaro del imperialismo. El ataque directo de los E.U. contra Irán realizado el día sábado 21 de junio, abrió también la posibilidad de la extensión geográfica de la guerra. En respuesta Irán bombardeo dos bases militares norteamericanas, una instalada en territorio sirio y otra en Qatar, el 23 de junio.
Los ataques nazisionistas de Israel y E.U son injustificados
Los ataques nazisionistas de Israel y E.U. se han justificado con el falso argumento de retrasar el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán, y por ello no sólo asesinaron a científicos también atacaron tres lugares donde pudo existir fuga de material radiactivo que contaminaría por decenas de años, partes del país y afectarían a su población. Han asesinado a más de 400 personas civiles en este país, bombardeado hospitales, canales de televisión, jardines de niños y zonas habitadas por civiles.
La intención de Irán es defender su soberanía y el derecho a la libre determinación que tienen todos los pueblos. El propósito de la resistencia palestina es impedir el genocidio contra su pueblo y el despojo de su territorio.
¿Podemos pedirle al pueblo palestino que no se defienda? ¿acaso fue un error defender nuestra patria frente a las diferentes agresiones de E.U. en diferentes años y al robo de nuestro territorio? ¿acaso fue un error derrotar al ejército francés y a las tropas mercenarias de la legión extranjera cuando nos invadieron? ¿qué debía hacer el pueblo mexicano, agachar la cabeza y aceptar la dominación extranjera?
No podemos condenar la resistencia histórica del pueblo mexicano por defender nuestra soberanía, así como tampoco podemos condenar la resistencia palestina ni la guerra de defensa de Irán. La violencia no es igual ni es la misma, aunque sea violencia, pues no es lo mismo la guerra de agresión imperialista a las guerras que libran los pueblos oprimidos contra las mismas. Equiparar la violencia del agresor con la violencia del agredido no soluciona el problema, por el contrario, prolonga la agresión a los pueblos y permite al agresor justificar su violencia.
Por esta razón nosotros no podemos condenar la resistencia palestina ni el derecho de Irán de responder a las agresiones imperialistas… A pesar de que somos conscientes que de que el objetivo del nazisionismo israelí y norteamericano es arrastrar al mundo a una guerra donde más países se vean involucrados.
Frenar la Guerra
Si queremos frenar la guerra, debemos transformar las relaciones sociales capitalistas de producción que las originan, debemos frenar la ambición desmedida de la clase burguesa trasnacional por la ganancia por medio de la explotación de la clase trabajadora, debemos frenar el financiamiento de los países genocidas.
En otras palabras debemos ganarnos al pueblo, convencerlo de la necesidad de construir una verdadera democracia popular y el socialismo; debemos exigir que se terminen con las políticas neoliberales que subsisten en el país y que el Estado expropie los grandes medios de producción en las ramas de producción estratégicas de la economía nacional, y también debemos exigir que este gobierno rompa relaciones de todo tipo con Israel, que prohíba el entrenamiento de militares y policías por parte de los genocidas y deje de comprarles armas y sistemas de espionaje como el famoso Pegasus.
Es momento de la resistencia ideológica contra en nazifascismo, es momento de la agitación, la propaganda y la organización; de estudiar nuestra historia y la historia de los pueblos que han resistido, luchado y triunfado sobre el nazisionismo y el imperialismo. Es momento de ir a todos los lugares donde sea posible para explicarle al pueblo el carácter de clase burgués de las guerras de agresión imperialistas y que la única alternativa es la democracia popular y el socialismo.
¡Contra el despojo, la explotación y la represión; resistencia, organización y lucha por el socialismo!

La USAID: arma de contrainsurgencia. Farsa humanitaria
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