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Desabasto en el sector salud. La fábrica de pretextos

Salud

Hace tres meses acudí , como siempre, a mi Unidad Médico Familiar del IMSS para recibir mi medicamento psiquiátrico, pero al llegar mi turno en la farmacia, el trabajador me dijo “no la tenemos, venga la siguiente semana y pregunte si ya nos llegó” y con una seña pasó a la siguiente persona, la semana siguiente llegó y acudí nuevamente sólo para recibir la misma respuesta, una semana se convirtió en dos y esas dos semanas se volvieron un mes, que pronto serán ya tres meses sin recibir el medicamento necesario para tratar la ansiedad; una situación similar ocurre con la pequeña hija de mis camaradas, quién a pesar de tener más de un mes de edad aún no recibe la vacuna BCG, la cual previene la tuberculosis, y que además han recibido respuesta similar, “vengan la próxima semana”, “tienen que buscarla”, en ambos casos, lejos de brindar una solución concreta, se nos niega un derecho humano básico como lo es la salud que el Estado tiene la obligación de garantizar; pero no se trata de un par de casos anecdóticos o una simple casualidad (¡bueno fuera!), pues, como seguramente ha escuchado, la falta de medicamentos e insumos médicos (como vacunas, material de curación, equipo médico, etcétera) es un hecho a nivel nacional que afecta a millones de mexicanos, quiénes muchas veces dependen de dichos recursos y que de manera similar, no recibimos una solución concreta.

¿Por qué no hay insumos médicos?

Una de las principales razones de este problema es el subejercicio del presupuesto asignado al Sector Salud, es decir; que del gasto asignado de 36 mil 415.71 millones de pesos sólo ejercieron 12 mil 745.5 , 35% menos del presupuesto, esta disminución ha resultado en restricciones a los programas de salud pública afectando directamente a la población, entre ellos, destaca el programa de vacunación, para el cual, hasta junio, se había aprobado apenas el gasto de 9.9 millones de los 736.2 millones, es decir, apenas el 1.3% de lo que se suponía estaba destinados al programa, seguido por los programas de salud materna, sexual y reproductiva en los que se ha gastado el 51% de los recursos presupuestados, esto es, 599 millones de pesos de un total de mil 95.1 millones de pesos; relacionado directamente con el servicio a pacientes, se encuentra el programa de atención a la salud, en el cual se habían gastado apenas 12 mil 328.8 millones de pesos de los 19 mil 889.8 proyectados. ¿y la autoridad qué dice? Bueno, la subsecretaría de ingresos Bertha Gomez Castro justificó los subejercicios (no sólo en el sector salud) como un “ajuste”: “El gasto no se recortó; el gasto se ajustó a los objetivos y metas planeados para 2025. El presupuesto autorizado corresponde a lo necesario para el cumplimiento de objetivos y metas” comentó. Por otro lado, desde la administración pasada se reconoce un rezago en la adquisición de medicamentos y material de curación, el cual supuestamente se resolvería en abril con un aumento del gasto, cosa que no sucedió y por el contrario, como ya señalamos, dicho presupuesto se vió más bien reducido. Una de las causas del rezago se atribuye al incumplimiento por parte de las empresas, en agosto, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) y el IMSS reportaron 14 mil 455 empresas que incumplen con sus obligaciones patronales, exhortándoles a que, por favor, se regularicen o podrían perder su registro y enfrentar sanciones fiscales; otra de las razones de este rezago, según diferentes informes, es una logística deficiente, a pesar de que existe una plataforma dedicada al registro de datos constantemente se tienen que reiterar, sumado a procesos administrativos ineficaces han llegado a casos donde se cancelan las entregas debido a errores en las fechas o lugares de entrega, contribuyendo al rezago; así mismo, se reporta una deuda de 20 mil millones de pesos que se acarrea desde el extinto Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) en parte, atribuible a la documentación inadecuada.

El gasto de bolsillo en salud

¿Y cómo nos afecta?, pues según la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares de 2024, realizada por el INEGI, el gasto de bolsillo en salud es de 3.4% de los ingresos por familia, es decir, que en promedio se gastan alrededor de $1 605 al trimestre por familia, pues al no verse cubierta la necesidad de medicamentos e insumos médicos terminan siendo lxs pacientes y cuidadores quiénes terminan pagando para cubrirla. Las familias con menores ingresos son más afectadas.

Como podemos ver, se trata de una serie de negligencias y omisiones por parte del Estado, donde, como siempre, quién más se ve afectado es el pueblo trabajador, que padece en “carne propia” las carencias en el sector salud. Una gran parte de la población se ve orillada a cubrirlas de su propio bolsillo, en el peor de los casos se queda sin acceso a la salud.

En vez de castigar a las empresas que incumplen, quitándoles las licitaciones para el abastecimiento de medicamentos, las premian otorgándoles más. Es por eso que consideramos importantísimo invitar a la organización para defender y exigir el cumplimiento del derecho humano a la salud, que se construya la infraestructura necesaria para el abastecimiento de medicamentos sin la necesidad de depender de las empresas privadas que solo ven en la salud una mercancía; más allá, mientras vivamos en un sistema capitalista dónde el dinero y las empresas tienen prioridad sobre la propia salud del pueblo, no hay garantía del acceso universal a la salud, por lo que resaltamos la lucha por el socialismo como objetivo principal.

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