Capitalismo genocida. El negocio nazisionista

20 agosto, 2025 OLEP

Lo que hoy sucede en Palestina es capitalismo del genocidio. Es la conclusión que sacamos de las palabras de Francesca Albanese en su último reporte como relatora especial de las Naciones Unidas para los Territorios Palestinos ocupados en julio pasado. El horror de la guerra hoy evidencia un principio marxista: la guerra es una forma del capital de acumular nuevas riquezas y territorios. En este artículo abordaremos datos del mencionado informe, además de la complicidad del gobierno de nuestro país con los genocidas al no romper las relaciones de todo tipo con la entidad sionista.

Con pretexto de lo ocurrido el 7 de octubre de 2023, Israel ha realizado una de las peores atrocidades modernas en Palestina, en los territorios de la Franja de Gaza y Cisjordania. No le ha bastado más de 70 años de ocupación ilegal e ilegítima, pasaron abiertamente a una ofensiva donde han destruido la mayor parte habitable en la Franja de Gaza, lo curioso resulta que a partir de esos sucesos la bolsa de valores de Tel Aviv ha aumentado sus ganancias en un 213% en los meses de guerra en Palestina, ¿será una coincidencia?

Los datos proporcionados por la relatora de la ONU muestran que empresas como Lockheed Martin (capital gringo) han suministrado armamento como son los equipos aéreos caza F-35, al ejército de Israel; como también lo han hecho, Leonardo S.p.A. de Italia y ocho Estados, quienes han garantizado el funcionamiento de la maquinaría bélica contra el pueblo palestino.

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Guerras tecnológicas

Una nueva etapa de guerras tecnológicas, el uso de Inteligencia Artificial (IA) se ha vuelto fundamental en el terreno, Israel lo ha logrado gracias al apoyo de empresas como Amazon, Microsoft, Google que les proporciona soporte en sus nubes, en bases de datos y reconocimiento del terreno en tiempo real, sofisticando las acciones de guerra en el terreno.

La destrucción del enclave palestino se ha logrado gracias a las grandes corporaciones de construcción que le han permitido al ilegítimo gobierno israelí la destrucción de todas las zonas habitables de la Franja de Gaza, además de aumentar la construcción ilegal de zonas en Cisjordania. Empresas como Caterpillar (EU), Volvo (Suecia), y Hynduai (Corea del Sur) han prestado al gobierno sionista – a través de fondos estadounidenses – lo necesario para arrasar con zonas civiles, mezquitas y hospitales.

Esto al gobierno sionista le ha permitido aumentar el gasto en 200 millones de dólares en su presupuesto de vivienda, misma que ha sido utilizado de noviembre de 2023 a octubre de 2024 para establecer 57 nuevas colonias ilegales, claro con ayuda de fondos internacionales y empresas como la mencionadas arriba para poder acelerar el proceso de asentamiento ilegal.

El asedio al pueblo palestino ha sido intencionado y sistematizado, por ejemplo, a partir de lo ocurrido en octubre de 2023 controla totalmente el acceso de recursos vitales como agua, luz, gas y combustible. Mismos que han negado de forma intencionada, por ejemplo, la empresa Mekorot tiene el monopolio del agua que ingresa al enclave, misma que después de lo ocurrido en octubre, redujo al 22% su capacidad el abasto de líquido, lo que significa que los palestinos también mueran de sed. Con la energía eléctrica ha sido igual, las principales centrales se encuentran en Israel y parte de las ofensivas fue cancelar el acceso, lo que provocó ausencia de luz no solo casas, sino hospitales, refugios, etcétera.

Así podríamos seguir rubro por rubro, demostrando como desde empresas como Airbnb han especulado con la vivienda y rentan en zonas desplazadas en Cisjordania y en algunas zonas de Palestina ocupada.

Uno de las principales acciones que le permite al gobierno sionista mantener su asedio en Palestina es por medio de su propia economía. Israel emitió 8 billones en 2024 y 5 billones en 2025 en bonos de tesoro, para asegurar “la confianza en el mercado”. Grandes bancos y fondos de inversión compraron estos bonos, tales como BNP Paribas y Barclays; empresas de gestión de activos -entre ellas Blackrock (68 millones de dólares), Vanguard (546 millones de dólares) y PIMCO, filial de gestión de activos de Allianz (960 millones de dólares), todo esto ha permitido que la maquinaria de guerra siga operando.

A esto usted como lector podría cuestionar el por qué de esta información y sobre todo, la importancia de apoyar a Palestina pese a la distancia. Nuestra respuesta es simple, porque también hay empresas mexicanas implicadas durante este genocidio. La empresa Netafim, empresa de riego por goteo, ha sido señalada de explotar de los mantos acuíferos de Cisjordania y expulsar a agricultores palestinos.

Capitalismo genocida

La empresa es 80 por ciento propiedad de Orbia Advance Corporation, de capital mexicano, ligada a la familia del Valle (sí, la de los jugos), y que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (bmv). Actualmente, la empresa emplea a más de 23 mil personas y tiene actividades comerciales en más de 100 países y operaciones en más de 50, con sedes globales en Boston, Ciudad de México, Ámsterdam y Tel Aviv. Durante el primer trimestre de 2025 tuvo ventas netas de mil 811 millones de dólares y registro una inversión de capital de 105 millones de dólares, aunque pronostican una inversión en este año de aproximadamente 400 millones.

De esto, podemos concluir sólo un hecho: el genocidio en Palestina incrementa las ganancias de las grandes trasnacionales. ¿Es por esto que el Estado mexicano es renuente a terminar su relación con dicho gobierno? El lazo económico con la entidad nazisionista es la guerra, pues el ejército federal utiliza armas israelíes, porque capacitan a las policías de la Ciudad de México para poder “contener” mejor las protestas, les enseñan krav maga con perspectiva de género como lo acaban de hacer en la alcaldía Miguel Hidalgo. ¿Cómo puede el gobierno hablar de humanismo mexicano? Si frente a la atrocidad del genocidio, se niega a tomar la posición más humana: romper relaciones económicas, políticas y diplomáticas con Israel.

Esperamos que con esto, querido lector, comprenda que empuñar la causa palestina no es bondad, es un acto de verdadero amor a la humanidad, por los miles de niños y mujeres asesinados durante los últimos 70 años; por la dignidad de un pueblo que resiste y aspira a la vida y ejerce su dignidad. Romper relaciones y condenar a Israel es un acto político y humano. Por eso te invitamos a seguir en nuestras actividades y en todos los espacios posibles, que este es un genocidio y la entidad debe detenerlo porque: ¡Palestina vencerá! !

¡Contra el despojo, la represión y la explotación; resistencia, organización y lucha por el socialismo!