ArtículosFragua 2025Fragua#106Represión

Desaparición forzada: Crimen que el Estado no quiere nombrar

En México, la tierra tiembla no sólo por los sismos, sino por la ausencia de personas y de justicia; tiembla por los más de 124 mil nombres que ya no responden, por los rostros que el Estado pretende borrar. La Semana Internacional del Detenido Desaparecido los últimos días de mayo nos convoca a no olvidar, a exigir verdad y justicia por aquellos que fueron arrancados de la sociedad por las garras del Estado. La desaparición forzada no es un fenómeno aislado ni exclusivo de gobiernos del pasado, es una grave violación a los derechos humanos que no prescribe y que es continua, esto significa que mientras no se conozca el paradero real de las víctimas, la desaparición forzada se sigue cometiendo, aunque hayan pasado muchos años.

Fedefam y la Semana internacional del detenido desaparecido

Por ello, es importante recordarle al lector que los detenidos desaparecidos son de todo el pueblo y que esta Semana inició en 1981 como una iniciativa de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Fedefam).

¿Qué es Fedefam? Es una agrupación de organizaciones de familiares de víctimas de la desaparición forzada de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Nicaragua, México, entre otros. A lo largo de los años han documentado, investigado, impulsado leyes y buscado, no sólo a sus familiares, sino a todos aquellos que han sufrido esta grave violación a los derechos humanos.

En México, la Semana internacional del detenido desaparecido se impulsó nuevamente en 2010, cuando se conformó la Campaña Nacional contra la Desaparición Forzada, es decir llevamos 15 años denunciando que en el país se cometen desapariciones forzadas.

¿Qué es una desaparición forzada?

Pero, ¿qué es una desaparición forzada? Una desaparición forzada debe cumplir tres requisitos para ser considerada como tal: uno, que sea forzada, es decir, que la personas sea privada de la libertad sin su consentimiento; dos, que esta detención sea realizada por agentes de Estado o con la aquiescencia de éstos;  tres, que el Estado no admita su responsabilidad o niegue información sobre el paradero de las personas víctimas de la desaparición forzada.

Se trata de una estrategia estructural del Estado capitalista mexicano que, mediante la desaparición forzada y otras formas de represión, busca desarticular toda forma de organización popular. Es una herramienta para castigar al pueblo, para que no proteste, para que no luche, para que no sueñe con la transformación profunda de la sociedad.

En los años de la guerra sucia este crimen se cometió de manera más puntual contra los revolucionarios y los luchadores sociales. Existen archivos que constatan el actuar de la Dirección Federal de Seguridad (dfs) y otros grupos que fueron creados expresamente para detener y desaparecer a los miembros de organizaciones como la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, entre otras. En momentos más recientes de la historia mexicana, nos remontamos a la “guerra contra el narcotráfico” iniciada en 2006 con Felipe Calderón Hinojosa como presidente y Genaro García Luna como secretario de seguridad pública federal, quien se encuentra actualmente preso en Estados Unidos por narcotráfico. El Movimiento Democrático Independiente (MDI) denunció en ese entonces (y hasta ahora) que esta supuesta guerra tenía como objetivo implementar las reformas estructurales y profundizar el neoliberalismo, eso lo hizo aplicando el terrorismo de Estado de manera sistemática contra todo el pueblo organizado y no organizado. Recordemos que el terrorismo de Estado tiene prácticas como la desaparición forzada, la ejecución extrajudicial, la detención arbitraria y la tortura, entre otros. 

El caso de Edmundo y Gabriel

Uno de los casos emblemáticos de la represión política es el de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, militantes del Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario (PDPR-EPR), detenidos y desaparecidos por el Estado mexicano en Oaxaca el 25 de mayo de 2007. En este caso sus familiares, la defensa jurídica y las organizaciones solidarias ganaron una sentencia ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por lo que a través de la movilización en las calles, la denuncia y la organización permanente se logró la creación de una Comisión Especial de Búsqueda (CEB) en 2022; sin embargo, no se ha querido avanzar en la búsqueda de Edmundo y Gabriel, esto hace evidente que el uso de la desaparición forzada es un instrumento político contra los movimientos revolucionarios y también el carácter intocable del Ejército bajo cualquier administración.

Otro caso reciente sobre desaparición forzada es el del ahora mundialmente famoso Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, donde en marzo del año en curso el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco publicó fotos de pilas de calzado, ropa de vestir, mochilas y otras prendas personales de lo que parecían víctimas de un centro de entrenamiento y de exterminio a cargo de un supuesto Cartel, y que se sabe era un sitio que ya había sido resguardado por la Guardia Nacional, es decir vemos la participación del Estado, pues sabe lo que pasa y no hace nada. Habría que preguntarnos por qué…

Ante esto, la respuesta de la actual presidenta Claudia Sheinbaum es negar que en México existen desapariciones forzadas, que ella personalmente no ha dado la orden de desaparecer personas, pero volvemos a recalcar que la desaparición forzada no prescribe, que es responsabilidad del Estado mexicano dar a las víctimas y familiares de las victimas memoria, verdad, justicia, reparación del daño y principalmente garantías de no repetición. No importa cuantos años hayan pasado, mientras no se conozca el paradero real de las víctimas, este crimen de lesa humanidad persiste.

Además, no puede simplemente declarar en las conferencias de prensa que no existe la desaparición forzada… Les preguntamos, ¿cuál fue la causa por la que detuvieron al presidente municipal de Teuchitlán? Exacto, desaparición forzada, por lo que las iniciativas de reformas que está impulsando el gobierno federal serán insuficientes si se sigue negando que existe la desaparición forzada. Es más, deberían darle una revisada a la propuesta de ley que impulsamos en 2016 como Campaña Nacional Contra la Desaparición Forzada.

Lamentablemente, hemos comprobado que la desaparición forzada es funcional al sistema económico capitalista, que la burguesía requiere de detenidos desaparecidos para sostener su dominación de clase, por lo que nuestra lucha no debe limitarse a exigir justicia, presentación con vida y castigo a los responsables materiales e intelectuales, debemos luchar para transformar al capitalismo, luchar por una verdadera democracia popular y el socialismo.

Dejarán de existir crímenes de lesa humanidad cuando deje de existir el capitalismo, por lo que en esta Semana Internacional del Detenido-Desaparecido, los que no claudicamos, los que seguimos en las calles con voces, consignas y actividades, los que seguimos reclamando justicia, no sólo para Edmundo y Gabriel, sino para todas aquellas víctimas de estos crímenes atroces, te queremos invitar a seguir luchando de manera organizada por memoria, verdad, justicia y el socialismo. !

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