El litio: soberanos… pero nomás tantito
La soberanía energética debe ser una decisión impulsada por las masas, por el pueblo consciente y en lucha que defienda sus intereses, que impulse más y más la transformación, pero, en nuestro país se queda a mitad del camino siguiendo las direcciones de las potencias imperialistas, bajo la subordinación frenan el paso a la verdadera soberanía.
Pero vayámonos hacia atrás, el 19 de abril del año pasado el gobierno federal por mandato presidencial presentó con bombo y tarola que ahora el litio sería un recurso del y para el pueblo de México, contemplando la investigación, exploración y explotación de éste para su uso. Además, se anunció la creación de la infraestructura que se encargaría de realizar dichas tareas, así se creó la empresa LitioMx, esta iniciativa también busca defender este recurso de las aspiraciones rapaces de otras empresas, sin embargo…
En las últimas semanas, comenzó a difundirse que la empresa paraestatal no le fueron asignados recursos para realizar sus labores, esto ya nos deja con que pensar sobre las acciones que se harán para desarrollar la infraestructura necesaria, pues sobra decirlo, hacer este tipo de cosas no resulta para nada sencillo.
Pues bien, poco después de la visita diplomática de los presidentes vecinos (eua y Canadá), surgieron los rumores que el segundo había puesto cartas sobre la mesa acerca de empresas canadienses con las cuales el gobierno federal mantenía conflictos, esto claro a ellos les preocupa en demasía pues se trata de sus intereses; de manera inmediata se realizaron reuniones para poder mantener las aguas calmadas y no provocar la ira canadiense, pues como siempre se amenaza y amedrenta con el uso de las cláusulas del T-Mec.
Ahora el lector deberá preguntarse, ¿esto significa verdaderamente tener soberanía? Vemos pues, que nuevamente somos víctimas del yugo de la bota del imperialismo, principalmente del norteamericano y canadiense, los cuales no cederán ante cualquier intento del gobierno mexicano por tener cierta “autonomía” de ellos y que les permita avanzar en su desarrollo industrial, ¿Cómo va ser esto posible? Y vemos nuevamente que se cede ante sus quejas, sin embargo, debe quedarnos claro que Canadá es el verdadero tirano que saque y explota al pueblo mexicano y no tiene reparo en continuar haciéndolo.
A nuestros muy amables vecinos canadienses les importa mucho sus empresas, pero no quieren dar la cara por sus actos. Pongamos de ejemplo a la empresa TransCanada, hoy llamada TC Energy de la cual hoy se mantiene una ligera esperanza que terminé la construcción del gasoducto que construyen desde hace años en el Golfo de México y que transportaría gas, pero claro hablamos de anhelo y esperanza, dado que esa obra ya debió ser entregada y debería estar en funcionamiento. Lo más alejado a la realidad es que hoy no transporta nada, quizás un suspiro, pero nada más, y a eso agreguemos que por ello la empresa cobra en su totalidad aunque no funcione… ¡Vaya cinismo!
Junto con otras empresas como IEnova, Carso (¿le suena familiar?) y TransCanada la Comisión Federal de Electricidad (cfe) les ha pagado sólo el año pasado 5 mil millones de pesos (mdp) y estaría abonándoles otros 16 mdp, cosa que desde el 2015 llevamos pagando 62 mdp y podríamos llegar hasta los 70 mdp, usted señor o señora, ¿le parece justo? ¿Es acaso justo que usted con sus impuestos tenga que pagarles a estos parásitos? Y de las mineras ni hablemos que esta pa´ llorar.
La nacionalización de este recurso que hoy se intenta ver con similitud a la expropiación petrolera tiene un pequeño detalle, que requiere nuevamente de la “ayuda” de terceros para poder desarrollar su infraestructura. Seguimos por el camino de la dependencia, pese al anuncio del ejecutivo federal el pasado 18 de febrero; si de verdad queremos que LitioMx funcione de manera eficiente debe ser por el producto del pueblo trabajador que siga adelante por su camino, no bajo los intereses imperialistas que buscan apoderarse de los recursos de manera sigilosa.
Hoy ya se encuentra la concesión a una empresa china – antes canadiense – para labores de exploración y explotación, pero debemos volver a preguntar, ¿qué significa ser soberano? La respuesta es expresa y tajante, ser soberano significa no depender de los mandatos o caprichos externos, que las decisiones tomadas sean verdaderamente garantizadas por el pueblo y en favor de él, lo que hoy demuestra la postura de la administración es no querer agudizar las contradicciones que se mantienen con esas empresas y los respectivos países imperialistas.
De pasar a ser derrotado en el senado por una fallida reforma energética, ahora ser derrotado en el esfuerzo de querer construir dicha soberanía, todo a raíz de no movilizar al pueblo, de no querer espantar a los inversionistas, de mantener las cosas por la paz. Sin embargo, el pueblo debe emprender que la soberanía energética y en otras ramas será una labor del propio pueblo, si no es el pueblo movilizado, en lucha y con carácter de clase proletaria no veremos realizado esos hoy esfuerzos, el control de los grandes medios de producción deben ser administrados por los intereses de usted señor, señora, joven que nos lee, no por los intereses ajenos al sentir popular.
Por ello, a nuestros lectores queremos invitarlos a sumarse a este esfuerzo colectivo, sumarse a la OLEP y empuñar nuestra nueva actualización del Programa Mínimo de Lucha (pml) en el cual desarrollamos que es necesario la soberanía nacional, y para alcanzarla es necesario abrogar el T-MEC que subordina a nuestro país a los intereses de potencias imperialistas rapaces, así como expropiar los grandes medios de producción de la burguesía trasnacional y que sirvan en elevar el nivel de vida el pueblo. Súmate a la OLEP y construyamos nuestro nuevo mañana, el mañana de los trabajadores, construyamos la democracia popular y el socialismo.
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