La República del Congo: el otro genocidio
Oro y coltán de sangre
Actualmente, en el mundo se desarrollan decenas de conflictos armados, muchos de ellos pasan inadvertidos para nosotros, porque muchos de ellos ocurren en otros continentes y la información sobre ellos es bien escasa. Sin embargo, a cuenta gotas, muchas de estas voces lejanas y dolientes se conocen y dejan en claro que la violencia no es privativa sólo de México y que más allá de nuestras fronteras, hay personas pidiendo ayuda urgente.
África, es sin duda uno de los lugares, más peligrosos y olvidados del mundo, su historia es un relato de crímenes inconfesables llevados a cabo por esa mal llamada civilización occidental y por el imperialismo. Los más altos valores humanos, nunca han sido aplicables para la población africana, porque para Europa y Estados Unidos su color de piel es un pecado y sus tradiciones y culturas son sinónimo de atraso y barbarie.
Si bien para América, el periodo colonial duró tres terribles siglos, para África la colonización ha durado más de 500 años, lapso en que las diversas naciones europeas han saqueado, explotado y dividido este continente.
En 1885 la burguesía de Bélgica puso sus ojos en el Congo y como siempre hacen los países “civilizados” a sangre y fuego reclamó su potestad sobre un territorio que nada tenía que ver con él. De 1885 a 1908, Bélgica sistemáticamente, masacró a la población congoleña (primer genocidio congoleño), y no cesó en su empeño hasta apropiarse de lo que no era suyo. Una vez derrotado el pueblo, surge el Congo Belga, políticamente se habla de un protectorado, formalmente hablamos de una colonia.
Un territorio administrado por una potencia extranjera, cuya finalidad única y última es el despojo y extracción de toda la riqueza posible, y donde sus habitantes no tienen ningún derecho político, cultural ni humano. En 1960 por presiones políticas, Bélgica renuncia a su colonia africana y le otorga la independencia. No obstante, en los hechos, no renuncia a sus beneficios económicos en la región.
Ni un año había pasado, cuando ya estaba apoyando y armando a grupos “rebeldes” para derrocar al presidente legítimo, su pecado: haber denunciado las atrocidades cometidas por la administración belga, sobre todo las acciones de su monarca Leopoldo II, esto le valió al Presidente Patricio Lumumba el descuartizamiento. Y lanzó a la joven república al desorden y la guerra civil, los conflictos se han sucedido de tiempo en tiempo, los períodos más terribles se ubican entre 1996-1998 y luego entre 1998-2003, las víctimas se contabilizaron en 5 millones de muertos, en todas estas guerras intestinas, Europa y Estados Unidos, han proporcionado las armas, el dinero y la asesoría para las matanzas.
Pero ¿por qué Bélgica en particular y la Unión Europea en general no se van del Congo?
Bueno, porque el Congo tiene unas reservas minerales valoradas en 25 billones de dólares. Poseen el 80 por ciento de las reservas mundiales de coltán, que contiene tantalio, mineral esencial en la industria de las baterías para celulares, el 60 por ciento de reservas de cobalto, cobre, estaño, diamantes y oro además de tierras raras y wolframio. Estos minerales se encuentran al este del país y tienen como países limítrofes a Uganda, Burundi y Ruanda.
Es evidente que Europa y Estados Unidos no pueden renunciar a toda esta riqueza y que no quieren compartirla tampoco con el pueblo congoleño, al cual nunca han visto como su igual, su negrura los envilece y condena a la pobreza, porque a sus ojos sólo el blanco puede aspirar al bienestar.
Como la colonización ya está mal vista, y la invasión militar directa ya no es una opción, los países imperialistas recurren a triquiñuelas baratas que no engañan a nadie, pero que les dejan bien parados entre ellos, ¿qué hacen? pues simplemente armar a grupos paramilitares, verdaderos ejércitos, que actúan como desestabilizadores, del ya de por sí débil gobierno central, porque en un país debilitado, sin estructuras sólidas y sin recursos económicos, el robo y saqueo es mucho más sencillo.
A partir del 2021 en la república del Congo, han surgido múltiples grupos rebeldes, algunos con carácter religioso como el musulmán ISIS, otros con reivindicaciones étnicas como los tutsis, casualmente todos estos grupos se asientan en el este del país, ahí donde están las minas y recursos naturales más valiosos, todos estos grupos usan a la población civil como mano de obra esclava para la extracción de los valiosos minerales.
De todos estos grupos sobresale el llamado grupo M23, de origen tutsi, financiado por Ruanda, nación que se ha erigido como la policía de África y que cuenta con todo el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos. Gracias a su papel de garante de los intereses imperialistas el gobierno de Ruanda recibe más de 1000 millones de dólares en “ayuda al desarrollo”. Esto supone un 15 por ciento de su PIB y hasta un 40 por ciento del presupuesto nacional. La Unión Europea financió al gobierno ruandés con 260 millones de euros desde 2021 a 2024.
Para las grandes potencias, la explotación laboral a la que son sometidas cientos de personas por parte de todos estos grupos “rebeldes”, no es importante, lo importante para ellos es que el flujo minero no se detenga, incluso se ha documentado la participación de los cascos azules de la ONU en las actividades de grupo M23 para robar el coltán que posteriormente es enviado a Ruanda.
Microsoft, Apple, Boeing, Tiffany & CO son todas compañías europeas y norteamericanas que compran, el coltán, el oro y los diamantes congoleños, en el 2021 se interpuso una demanda ante la ONU denunciando las condiciones de esclavitud a la que someten a niños, de incluso tres años, y mujeres en las minas, sin equipo, sin protección, sin comida, y bajo coerción, es lo que se denuncia como un genocidio silencioso. Y sin embargo, la ONU no encontró en estos hechos ningún delito o acción irregular, declaró que todas las actividades de estas empresas eran totalmente lícitas y no se trataba más que de una actividad económica de compra y venta de productos.
Sin embargo, estas empresas compran todos estos productos a Ruanda, pero en todo el territorio de Ruanda no existe una sola mina, no posee ni una sola reserva de oro, tantalio o diamantes, no obstante en el 2014 se colocó como el primer exportador mundial de coltán. La república del Congo ese mismo año sólo exporto el 0.11 por ciento mundial con unas reservas estimadas de 28 000 millones de dólares.
¿De dónde saca Ruanda el coltán o el oro o diamantes? De lo robado por los grupos paramilitares financiados con dinero “donado” al gobierno de este país por la Unión Europea y Estados Unidos, casualmente a partir del 2021 año en que se entregan recursos a Ruanda para su desarrollo, en la República del Congo se multiplican los grupos “rebeldes”.
Y la situación parece sólo empeorar, la violencia en contra de la población civil ha obligado a miles de congoleños a salir de sus hogares, los desplazados al momento son 6 millones de personas, muchas de ellas han pedido refugio en las naciones vecinas una de ellas Ruanda, la Unión Europea afirmó que seguirá apoyando a Ruanda a cambio de que se encargue de los refugiados congoleños, el gobierno británico a calculado que en los próximos cinco años, 30 000 congoleños llegarán a Ruanda, lo que no saben y está documentado es que ahí no están más seguros que en su patria y que se han documentado violaciones sexuales a mujeres y niñas congoleñas en los refugios.
El desplazamiento forzado de la población también ha afectado la actividad agrícola que se ha visto paralizada por la violencia. El hambre y la desnutrición se extienden por todo el país, de nuevo afectando a la población más vulnerable, mujeres y niños.
La contaminación generada por la minería está acabando con el segundo pulmón verde del mundo, acabando con el agua y toda su fauna. Daños colaterales de la avaricia imperialista.
Como podemos ver la situación es realmente alarmante y aunque la ONU se supone que vela por los derechos de los niños y niñas, en este caso vemos que guarda silencio e incluso es cómplice del genocidio. Los medios de comunicación, también ocultan esta situación, afortunadamente poco a poco, se están dando a conocer estos hechos y hay personas que se están comprometiendo con la causa congoleña y se le está dando más difusión. Apoyemos a estos niños, mujeres y hombres, la esclavitud ya no se puede permitir, difunde esta información, hay que poner el tema sobre la mesa.
¡Alto al genocidio en Palestina!
¡Alto al genocidio en la República Democrática de Congo!
Correo: olep.contacto@gmail.com y olep.contacto@gmail.com
Facebook: https://www.facebook.com/olep.fragua