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Una mujer que lucha por el socialismo

Asunción Gómez

Son las 8 de la noche del 29 de agosto de 2023, estoy en el Plantón Popular en el marco del Día Internacional del Detenido-Desaparecido frente a Palacio Nacional y me encuentro esperando a mi compañera con la que cursé la 14va Escuelita General de Derechos Humanos del Comité Cerezo México, con quien voy a entrevistar a Asunción Gómez Sánchez, integrante del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) para la sección Mujeres Construyendo Historia del periódico FRAGUA. En esta ocasión, queremos visibilizar la participación de Asunción en el FNLS y conocer las motivaciones de su participación en la lucha organizada, los retos a los que se enfrenta al ser mujer y su opinión sobre el papel que tenemos las mujeres en la lucha por el socialismo.

Al fin llega mi compañera, agotada después de una larga jornada de trabajo, pero entusiasmada por conocer a Asunción y su historia. Asunción es una de las mujeres que han sobresalido por su participación en las actividades del FNLS, fue presa política y estuvo detenida injustificadamente durante dos años, junto con su esposo, Venturino Torres.

Nos sentamos en una banqueta frente al Plantón Popular, el resto de los compañeros que se encuentran en el plantón, comienzan a recoger las mesas donde exhiben las artesanías, libros, revistas y periódicos que ponen a la venta para obtener algunos recursos para sostener esta actividad, comienzan a gritar consignas y nosotras comenzamos la entrevista…

¿Cuál es su nombre, de dónde viene y cuál es su edad?

Mi nombre es Asunción Gómez Sánchez, tengo 46 años, soy del estado de Chiapas, de una comunidad a 45 minutos de la capital.

¿Desde cuándo perteneces al FNLS?

Yo pertenezco a esta lucha desde que tenía 9 años, toda mi vida he estado acá, desde muy pequeña…

Desde los nueve años se integró…¿Por qué?

Porque mis padres se vieron en la necesidad de pelear un pedazo de tierra en los años 70. Yo era muy pequeña y la misma necesidad nos orilló a integrarnos a la lucha, como familia campesina, trabajadora del campo, esa fue la razón por la cual desde niños estamos organizados.

¿Cómo empezaron a participar con el FNLS?

A partir de las Escuelas Culturales Políticas, es ahí que como chamacos ahí íbamos y escuchábamos las experiencias de otros compañeros, de otras comunidades, desde ahí nos fuimos forjando en esta lucha y en esta conciencia, porque para estar dentro de esta lucha y de este movimiento, es necesario estar conscientes de la importancia de estar organizados.

¿Cómo ha sido tu participación en el FNLS?

Desde esos tiempos, nosotros salimos a hacer las actividades, vamos a marchas, vamos a plantones, vamos a mítines, nosotros asistimos a las diferentes manifestaciones que haya, exigiendo presentación con vida de todos los detenidos-desaparecidos. Ya ven, en este caso tiene más de 16 años de la desaparición forzada de los dos luchadores sociales, nosotros desde ese tiempo estamos aquí…

Nos gustaría que nos contaras ¿cómo es la participación de las mujeres dentro del FNLS y qué responsabilidades has tomado? 

Emmm… como mujeres… proletarias, trabajadoras, vemos esa necesidad: que no sólo los hombres pueden estar organizados, sino que también nosotras como mujeres debemos estar organizadas y estar junto con nuestros compañeros, compañeros de lucha, y ambos debemos tener esa conciencia, porque si no, no podríamos realizar estas actividades, así que como compañeras, como compañeros, debemos estar organizados en la lucha. Entonces, nosotras como mujeres proletarias nos damos cuenta y decimos: el gobierno lo único que quiere es que nosotras no tengamos ninguna educación ni claridad, porque lo único que ellos ven para nosotras, mujeres proletarias, es que seamos máquinas de reproducción, nada más. Entonces nosotras decimos: ¡no! No somos una máquina de reproducción, nosotras también tenemos nuestros derechos y los tenemos que hacer valer. Es por ellos que también nuestros compañeros se dan esa tarea de enseñarnos y decirnos, bueno, también las mujeres tienen su derechos y pues ¿cómo ven?. Muchas de nosotras, mujeres proletarias, estamos aquí, andamos cargando a nuestros bebés, eso no es impedimento, para nosotras no, es necesario estar acá y no nos impide tener el hijo en brazos o estar embarazada…

¿Y cómo mujeres a qué retos se enfrentan al formar parte de la organización? 

Pues mira, como mujeres también nos hemos enfrentado a muchas persecuciones, porque sí, sí las hemos tenido. Hemos tenido persecuciones por ser parte de una organización, en este caso el FNLS. Hemos sido víctimas también por parte del Estado, pero, el hecho de que seamos perseguidas o acusadas de delitos que no cometemos, eso no nos hace decir “pues es que ya no quiero ir, porque tengo miedo de que nos pueda pasar algo”. Por eso nosotras decimos organizadas o no organizadas el gobierno nos va a desaparecer o nos va a encarcelar y nos va a fabricar algún delito para detenernos, entonces nosotras decimos ¡es mejor estar organizadas! porque el hecho de que nosotras pertenezcamos a una organización no significa que seamos delincuentes, porque no somos ningún delincuente, somos mujeres proletarias que exigimos mejores condiciones de vida para el pueblo, para las mujeres proletarias, que no nos vean como máquinas reproductoras nada más.

¿Por qué y cuánto tiempo fuiste presa política?

Estuve dos años y una semana, estuve en prisión junto con mi esposo. El Estado nos fabricó un delito y estuvimos en ese largo proceso de probar nuestra inocencia durante esos dos años, pero gracias a los movimientos de diferentes organizaciones y la solidaridad que ha habido como organización, de todas las denuncias que se hicieron, las manifestaciones, la exigencia, pues no solo exigían nuestra libertad, sino libertad para todos los presos políticos que hay en el país. Entonces, estar organizado es necesario, porque en una organización exigen la libertad, muchas organizaciones se sumaron, entonces por eso nosotros ya estando en la cárcel vimos cómo se vive en prisión, y nuestra única preocupación al estar ahí pues era que mis hijos eran unos niños, tenían 8 y 10 años, esa era la preocupación, pero cómo estamos organizados, la misma organización se hizo cargo de nuestros chamacos, ellos vieron por ellos, ellos les dieron una atención y nos dijeron: no se preocupen a sus hijos no les va a pasar nada.

¿Cuál fue el delito que te sembraron?

Pues ese delito que me sembraron fue despojo de tierra, cuando pues teníamos todos los papeles, el abogado que nos defendió presentó todos los papeles que teníamos de la propiedad, la misma comunidad mandó cartas de recomendación donde se decía que nosotros éramos dueños legítimos de la comunidad, porque en la comunidad hay copropietarios, los papeles que hay del terreno pues son globales porque no hay dueño particular, entonces todos esos papeles la misma comunidad los presentó al abogado, pero como era mando del Estado que nosotros teníamos que ir a prisión como castigo por andar en la lucha, exigiendo libertad a los presos políticos, presentación con vida de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, de nuestro compañero Fidencio Gómez Santiz, exigiendo justicia por la ejecución extrajudicial de nuestros compañeros, en este caso la ejecución de un compañerito de apenas 13 años de edad, entonces todas esas injusticias que hemos vivido nosotros como organización lo denunciamos y exigimos, por ellos fuimos a prisión. Pues ya ven, aquí estamos en el plantón y ¿qué hacen los policías? se visten de civil y vienen a tomarnos fotos directamente, nos empiezan a armar la carpeta de investigación y para quebrantar la lucha pues nos meten a la cárcel, pero a nosotros eso no nos quebranta la lucha, eso al contrario, nos forja más, no nos quebranta, todo lo contrario…

Aparte de la preocupación por sus hijos, ¿qué fue lo más difícil de ser presa política?

Pues yo no le podría llamar que fuera difícil, no, no, sino que yo ahí aprendí mucho, aprendí porque también ahí vimos las injusticias que hay, yo diría que yo aprendí más ahí, eso me hizo darme cuenta de que las injusticias no sólo se viven afuera, sino también ahí adentro, hay muchas mujeres que están en la cárcel con los bebés en brazos, entonces nosotros nos preguntamos pues ¿qué está pasando con el pueblo?, ¿por qué el pueblo se queda callado? ¿Por qué el pueblo no se defiende? entonces nosotros no podríamos decir que la cárcel fue un castigo. Para el gobierno quizás sí, pero para nosotros no, todo lo contrario; eso nos hizo decir: bueno, yo puedo dejar mi pueblo, por ejemplo, porque yo estaba arraigada a mi pueblo, o sea, sí iba a las manifestaciones y todo eso, a las marchas y plantones, pero terminaban y yo me iba a mi casa, pero hoy decimos no, porque es necesario seguir organizados y seguir organizando al pueblo. Entonces por eso hoy nosotros decimos que la cárcel no fue un castigo.

¿Le gustaría que tus hijas e hijos lucharan por el socialismo?

Sí, y ellos andan acá en el plantón, porque en el momento en que nosotros estuvimos en prisión, ellos estuvieron exigiendo nuestra libertad, tuvieron que perder el miedo a hacer la denuncia de nuestra detención en un micrófono, pero lo hicieron y por eso ellos también están aquí luchando.

¿Cuál es de los motivos más fuertes por los que usted sigue luchando?

Por todas las injusticias que hay, por todo, pues ver a nuestros compañeros que han sido ejecutados, pues eso lo sentimos mucho, pues porque somos compañeros, somos hermanos de clase, somos los mismos trabajadores, proletarios, entonces esa injusticia que sufrimos a diario como organización no podemos dejarlo así sin castigo, eso nos da más motivos para seguir exigiendo castigo a los culpables materiales e intelectuales, quienes han gozado de la impunidad, porque ninguno de ellos están en prisión, los que estamos en prisión somos los luchadores sociales, somos los que hemos alzado la voz, ahora sí que es el pueblo el que está en prisión, pero de ellos no hay ninguno en la cárcel, ellos gozan de privilegios y a nosotros ¿qué nos dan? la criminalización. Entonces nosotros vemos eso y ese es nuestro motivo: ver tantos compañeros caídos por esta lucha no podemos nosotros dejarlos y ahí que se queden.

Usted padeció de un tipo de violencia por parte de las autoridades por tu participación en la organización, ¿qué les dirías a las mujeres que sufren otros tipos de violencia, por ejemplo, la doméstica?

Nosotros decimos que una violencia intrafamiliar no se puede permitir, porque eso es lo que el Estado trata de hacer, por eso está la drogadicción, el alcoholismo, eso no se puede permitir. Se trata de ponernos de acuerdo y resolver, nosotros en el Frente no permitimos que haya violencia entre compañeros, es todo lo contrario, porque eso trata el Estado, que tengamos la violencia dentro de la casa, porque así cada quien se va por su lado, al alcoholismo, dejan los hijos abandonados, y eso precisamente es lo que busca el Estado y nosotros no podemos permitir que eso pase en nuestra organización, eso lo combatimos, platicamos y dejamos claro que eso no se puede permitir entre nosotros.

¿Por qué piensas que las mujeres deberíamos participar en la lucha por el socialismo?

Porque es necesario que estemos organizadas, porque los casos en que el Estado nos trata de engañar son muy comunes y si no estamos organizadas, si no nos podemos defender, ahí nos quedamos y el ponerse a llorar no es solución, entonces por eso es necesario estar organizadas como mujeres, incluso una obligación estar organizada, platicar con otras mujeres y ver cómo está la situación para nosotras y hacer la reflexión que debemos cambiar la situación y luchar.

¿Cuál sería el mensaje de lucha que le brindarías a las mujeres?

Pues a todas las mujeres campesinas, indígenas, proletarias, estudiantes, amas de casa, profesionistas también porque son pueblo, son mujeres que también trabajan, pues el mensaje es que es necesario estar organizadas, que los hijos también deben estar organizados, es necesario no quedarnos sólo en casa sino que es salir y exigir la justicia.

Nos despedimos de Asunción agradeciéndole por su tiempo y por contarnos su experiencia y ella nos dice que a pesar de que ella no fue a la escuela y no tuvo estudios, todo lo que sabe lo aprendió dentro de la lucha, lo ha vivido en carne propia y en viva voz  y que aunque le tiemble el cuerpo al estar haciendo las denuncias, ésta ha sido su escuela y que le da mucho gusto poder compartir su experiencia. También nos recuerda que es muy importante prepararnos profesionalmente como mujeres para poder defender al pueblo.

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