Un camino que vamos construyendo
FRAGUA 100
Si alguien nos hubiese dicho que en 2024 nuestro periódico llegaría a esta publicación y nos hubiese narrado cómo sería el camino que ya recorrimos, difícilmente lo hubiésemos creído, no por desagradable, sino porque muchas organizaciones no perduran más de una década ni mucho menos sus publicaciones llegan a 100 números continuos, 3 programas mínimos de lucha (ya vamos por el cuarto) 2 especiales laborales, 2 especiales para los casos inmobiliarios (aeropuerto de Texcoco, Estadio Azteca) 2 especiales sobre derechos laborales, 2 sobre la desaparición forzada y todos los carteles que hemos sacado por los detenidos desaparecidos, como el caso de los dos revolucionarios Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, por los presos políticos como Higinio Bustos y de otros temas más.
Para algunas personas eso puede parecer y ser poco, para nosotros es mucho más de lo que pensamos, pero menos de lo que creíamos que pasaría, siendo muy francos cuando iniciamos a forjar el camino para la emancipación popular, creíamos que en menos de 10 años era posible aumentar el número de impresiones del periódico de mil a por lo menos 2mil y acortar su aparición de 8semanas a 15 días.
Sin embargo, aprendimos en el camino a leer la realidad, a conocer la fuerza del movimiento popular y valoramos que ahorita (desde el triunfo del segundo piso de la cuarta transformación) el movimiento está en reflujo y por ello, el crecimiento de nuestra organización ha sido más lento y complicado, el resultado es que nuestro fragua aparece cada 4 semanas, aunque su tiraje desde inicios de este año va en aumento, tanto que, por primera vez en estos años nos planteamos editar 2 500 ejemplares de un número corriente, el 100. El mayor número de un número corriente fue de 2mil en el sexenio de Peña Nieto, mismos que logramos repartir en 4 semanas.
Ni reflujo ni que se continúe con el proyecto de la 4t son impedimentos para luchar desde la vía independiente, sabemos, porque observamos, que las contradicciones de clase continúan y que la socialdemocracia representada por la actual presidenta, tiende a no afectar los intereses económicos de la gran burguesía trasnacional, como lo muestra la reciente reforma energética, la cual sólo vuelve a las empresas PEMEX y CFE nuevamente empresas estatales, les garantiza el 54% de control del mercado y no toca derechos adquiridos por la iniciativa privada. Es cierto que por el momento las afecta a futuro, porque legalmente no se privatiza lo que queda de esas industrias, pero en lo inmediato incluso esas empresas les garantizan el poder invertir y producir en nuestro país y continuar con la explotación de la fuerza de trabajo.
Seguimos firmes, no seremos millones, pero estamos creciendo, somos una alternativa y somos los suficientes para luchar, claro que siempre será bienvenida la mano proletaria que se quiera sumar a luchar: ¡aquí está la olep, la Organización de Lucha por la Emancipación Popular!
Podemos decir con mucho orgullo que crecemos y maduramos cada vez más, no somos los mismos que hace 10, 5 o 2 años, ni cuantitativa o cualitativamente. Caras nuevas se nos presentan, personas que dieron años de lucha ya no están, algunas personas que iniciaron se fueron y otras han hecho de nuestra lucha su proyecto de vida. No cabe duda de que luchar por el pueblo, ser el mismo pueblo y estar con el pueblo son los actos de amor más puros y nobles que cualquier persona puede sentir.
Como organización sabemos que la lucha no es una receta para hacer pan, que ninguna de las victoriosas revoluciones socialistas se fraguó del mismo modo y eso es lo que le da su toque especial a la lucha por la democracia popular y por el socialismo, porque en cada número, cada actividad, cada integrante de la organización le imprime a la lucha el sello proletario. Aprendimos en la práctica y en el estudio teórico a hacer marchas, a cerrar las calles, a repartir el periódico y como nunca hemos separado el trabajo físico del intelectual, hemos podido acortar los tiempos en que los nuevos integrantes aprendan de los más “viejos” a socializar lo aprendido y a devolverlo al pueblo, en forma de fragua, talleres, carteles, volantes o cualquier otra forma de expresión.
Porque una organización sin pueblo que comulgue con sus principios, carácter de clase y sus objetivos no durará mucho, porque una organización que no sea respaldada por su pueblo simplemente no puede existir, por eso a tí que nos estás leyendo, que nos diste una cooperación voluntaria por este ejemplar, te agradecemos el apoyo, porque sin el respaldo del pueblo no sería posible que siguiéramos existiendo.
Así que sí, 100 números y 11 años son un gran logro para nosotros, con los aciertos y errores que hubo en el camino, años que nos han enseñado que el legado que retomamos del Movimiento Democrático Independiente está en lo correcto. Nosotros no aspiramos a cambiar desde el interior del Estado “la raíz” de los problemas políticos, económicos y sociales, nosotros luchamos por arrancar esa raíz el capitalismo de donde se sostiene el Estado y cultivar así, la democracia popular y el socialismo.
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