40 horas y diálogos imposibles. Migajas del bienestar

12 junio, 2025 OLEP

40 horas y diálogos imposibles.

Al escribir estas líneas está terminando el “Encuentro de Sindicatos y Empleadores. Diálogo Social en Acción: Soluciones para el Futuro del Trabajo”, el cual reunió a 19 organizaciones sindicales y 13 organizaciones de empresarios entre las que se encuentran: la Confederación de Trabajadores de México (ctm), Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (croc), el Congreso del Trabajo (ct), los cuales no son sindicatos independientes, aunque también tuvieron presencia algunos que se jactan de elevar las banderas de la izquierda (ya saben, los que representan a trabajadores mineros o de la máxima casa de estudios del país), quienes debatieron junto a los impresentables representantes del Consejo Coordinador Empresarial (cce) o el Consejo Mexicano de Negocios (cmn) para determinar el futuro no sólo de la reforma en materia de jornada de trabajo, sino buena parte de las acciones futuras del mundo laboral, lo que resultó en un bonito documento llamado: MEMORÁNDUM DE ENTENDIMIENTO PARA LA CONFORMACIÓN DE UN CONSEJO NACIONAL SOCIAL, ECONÓMICO Y AMBIENTAL (sic) y archirequetecontra sic porque así lo firmaron, con letras mayúsculas, para que se note.

Este documento plantea, y cito, “Al suscribir este memorándum, manifestamos nuestra voluntad de instalar un grupo de trabajo intersectorial, conformado por representantes de los organismos firmantes, que se encargue de elaborar la propuesta de estructura, atribuciones, mecanismos de funcionamiento y hoja de ruta para la instalación del Consejo Nacional Social, Económico y Ambiental, refrendando nuestro compromiso con la construcción de un México más justo, competitivo, incluyente y sostenible, fortaleciendo el diálogo social como pilar fundamental de la democracia y el desarrollo”.

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Los sindicalistas que perdieron el rumbo y se dejaron ir por migajas

El sueño de la socialdemocracia, el sueño de los sindicalistas que perdieron el rumbo y se dejaron ir por migajas: la conciliación de clases. Ahora bien, le pregunto a usted: ¿Cuándo fue la última vez que algún representante de gobierno le preguntó si ya estaba cansado de trabajar casi 10 horas al día mientras hace dos para llegar al trabajo y otras dos para regresar? ¿Ya hicieron la consulta para determinar cuáles eran los “verdaderos representantes” de los trabajadores? ¿Cuándo nos pusieron a dialogar para decidir si queríamos que el Consejo Mexicano de Negocios y el Consejo Coordinador Empresarial determinaran nuestro futuro?

Es decir, mucho se habla de ampliar la democracia, de que ahora hasta vamos a escoger a los jueces y que debemos razonar nuestro voto para que no vuelva la derecha… pero de qué sirve si al final son los mismos sindicatos “charros y neocharros” de toda la vida los que se sientan a “dialogar” con los mismos empresarios que llevan décadas chupando la sangre del pueblo trabajador.

¿Qué clase de democracia es esa? ¿Qué clase de diálogo es ese? Por el contrario, como trabajadores sabemos que no podemos esperar hasta la próxima década para descansar y menos si las condiciones para la reducción de la jornada laboral (y ya ni hablemos de temas como las afores y jubilación) son impuestas por los mismos neoliberales de siempre.

Estos diálogos, impulsados por la Secretaría del Trabajo, demuestran una vez más que Morena tiene una política de alianzas que deja mucho que desear y, en lugar de organizar y movilizar al pueblo, prefiere sentarse con los mismos de siempre, vaya que hasta dejó fuera a sus propios adefesios sindicales, la impresentable Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) dirigida por el aún más impresentable Pedro Haces, la cual se jacta de ser la confederación sindical con más afiliados del país y la, ahora olvidada, Confederación Internacional de Trabajadores, fundada por Napoleón Gómez Urrutia y que incluso éste ya ha dejado de lado para buscar nuevos puertos a donde llevar al sindicalismo minero.

Mantener la independencia de clase y no ceder ante el canto de las sirenas

¿Qué nos queda hacer frente a este panorama? Por un lado, mantener la independencia de clase y no ceder ante el canto de las sirenas, pues ya muchos intelectuales del nuevo régimen vitorean la reforma de las 40 horas como un triunfo del gobierno. Pero el defensor a ultranza de la 4T, Gerardo Fernández Noroña, desechó la propuesta hace tiempo e incluso insultó al movimiento de trabajadores que lo impulsaba.

Estos cuatroteístas vitorean este “triunfo” como si ya fuera un hecho y como si los años para que se establezca sólo fueran “un abrir y cerrar de ojos”. Sin duda, es una muestra de la forma de gobierno esgrimida por la socialdemocracia en el poder: negociaciones a las espaldas de los trabajadores y entregar migajas, al final, es el modus operandi del sindicalismo “charro” de toda la vida.

Por eso, la independencia de clase es fundamental, así como la organización y la movilización combativa, nada que ver con quedar bien con los empresarios “buena onda”, pues ellos no han hecho más que engordar sus bolsillos en los últimos años de “bienestar”. La voz que se debe escuchar es la de las y los trabajadores y el único diálogo debe ser entre quienes generamos la riqueza.

Luchar por las 40 horas

Incluso sabemos que muchos compañeros que votaron por Morena son parte de las bases conscientes de los sindicatos, a ellos también les decimos que, si votaron por un cambio, refrenden ese voto y no lo dejen a los mismos de siempre y hagan valer el fin del neoliberalismo que tanto anhelaban al colocar la boleta en las urnas.

Sin duda, la lucha por las 40 horas y por mejorar las condiciones de vida del pueblo no empezó ni terminó con los diálogos entre empresarios o con dádivas del bienestar y por lo mismo debemos mantenernos alertas y organizados. Debemos seguir exigiendo trabajo digno, salario justo y seguridad social ya, porque hoy sufrimos, porque hoy comemos, porque hoy puede ser nuestra última oportunidad para triunfar.

Sigamos avanzando con independencia de clase y exijamos las 40 horas ¡ya! Abrogación de la reforma laboral y fin del neoliberalismo en los hechos. !