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Basura, represión y gobierno en Puebla

El martes 14 de mayo de 2024, aproximadamente a las 11:30 de la mañana, comenzó la asamblea convocada por la Unión de Pueblos y Fraccionamientos contra el Basurero. Sus integrantes fueron llegando en caravana desde el plantón que mantienen frente al basurero en cuestión, ubicado a un costado de la carretera Calpan-Cholula, Puebla.
Las más de 600 personas, entre quienes estaban los integrantes de la asamblea así como organizaciones que en solidaridad estuvimos como testigos, esperaron la llegada de las autoridades estatales y municipales involucradas, puesto que la asamblea tenía como objetivo el diálogo para dar solución final al problema. Sin embargo, para las autoridades gubernamentales brillaron por su ausencia, pues para ellos era más importante la veda electoral que las demandas sociales.
Desde 2016 el gobierno del estado de Puebla presentó la propuesta de construcción de un relleno sanitario en la zona del municipio de Calpan para recibir la basura de 23 municipios, mismo que se hizo realidad en 2023 con operación de la empresa PRO-FAJ Hidro Limpieza. Fue hasta febrero de 2024 cuando se presentaron quejas por parte de los vecinos de los pueblos colindantes ante las afectaciones de este basurero a cielo abierto, las cuales van desde infecciones estomacales por beber agua contaminada hasta problemas en la piel. Los vecinos denunciaron ante las autoridades municipales que aumentó la contaminación en el aire de la zona y que la filtración de deshechos contaminó el agua de los pozos, de los cuales se abastecen para labores domésticas y consumo humano.
La realidad es que la generación acelerada de basura es un problema que ha venido agudizándose durante los últimos años. Las causas son distintas, por ejemplo el aumento demográfico y de las manchas urbanas, pero más que eso el principal motivo es la producción no planificada de mercancías por parte de las empresas trasnacionales. Estas compañías luego lucen sus novedades en los aparadores de los centros y plazas comerciales y si bien estas mercancías pueden resultarles a algunos bonitas y novedosas, con paso del tiempo se encarecen y resultan desechables: generan miles de toneladas de basura cada día.
Puebla es la sexta entidad que genera más basura a nivel nacional. Cifras oficiales muestran que se generan casi 6 mil toneladas diarias.
Ahora bien, otro problema ambiental que muestra el trasfondo de esta situación es la falta de abasto y la mala calidad de agua, la cual es necesaria para la vida y salud de las personas, tanto más durante esta temporada en la que hemos alcanzado temperaturas récord gracias a la ola de calor. Sin embargo, muchos tenemos que hacer gastos periódicos para acceder al vital líquido mediante la compra de pipas y garrafones debido a problemas como la sobreexplotación de manos acuíferos, como ocurre en la Ciudad de México, o la contaminación de los mismos en la región de Cholula en Puebla.
Dicha situación quedó demostrada el 2 de abril de 2024 en un estudio elaborado por el laboratorio del Departamento de Energía, División Básica de Ciencias e Ingenierías. Especialistas en la materia dieron a conocer que el agua de los pozos de la región afectada por el relleno sanitario ya no es apta para el consumo humano debido a la gran cantidad de deshechos fecales y líquidos residuales (lixiviados) que se filtraron por la abundante basura, lo cual se contrapone con las declaraciones de funcionarios estatales como Beatriz Manrique, quien señaló que “no es basurero, es un relleno sanitario que funciona respetando las reglas ambientales”, declaración que a la vez se contrapone con las normas de la Semarnat que prohíben la construcción de rellenos sanitarios sobre terrenos cuyo subsuelo atesore mantos acuíferos.
Las declaraciones gubernamentales en torno al tema están llenas de contradicciones y amenazas. El mismo secretario de gobernación, Javier Aquino, declaró que si los pobladores no retiraban su plantón frente al basurero y no permitían el funcionamiento del mismo usaría la fuerza pública. A raíz de esta declaración, la noche del 30 de abril grupos de choque conformados por motociclistas vestidos de civil, granaderos y policías estatales dispararon en más de 30 ocasiones contra los manifestantes para desalojarlos. A pesar de declaraciones de pobladores inconformes y de las evidencias que recogieron, el mismo Javier Aquino negó que se hubiera empleado la violencia para reabrir el basurero.
Contradicción tras contradicción, se evidencia la razón que tienen los pueblos de la región que luchan por el cierre permanente de aquel basurero, mismo que ya había sido clausurado por la Procuraduría Federal para la Protección al Ambiente (Profepa) a raíz de las irregularidades mencionadas.
La empresa beneficiaria, con la complicidad del gobierno del estado y la omisión del federal, excavó un socavón de 20 metros de profundidad para depositar la basura, sin tratamiento alguno, aun cuando en el fondo es notable el nacimiento del agua limpia que proviene de los mantos acuíferos.
La contaminación del aire, del ambiente, del agua, entre otros problemas, ciertamente ha aumentado durante las últimas décadas; sin embargo, muchas veces estos problemas se podrían evitar si los gobiernos hicieran respetar las leyes en vez de representar a los empresarios, ladrones, asesinos y avaros que buscan expandir sus negocios pese al daño ambiental y a la salud de las personas… total, ellos mismos o sus allegados nos venden los “remedios” para “irla llevando”.
Si bien hoy vivimos un cambio climático acelerado, no es tanto porque habitemos al planeta como especie humana, sino por las consecuencias del “desarrollismo” capitalista, reflejadas en la sobreproducción desordenada, la sobrexplotación de recursos naturales, el consumismo frívolo y la explotación de la clase trabajadora, entre muchas otras cosas que han destruido a nuestro medio ambiente, dañado la salud y degradado la dignidad de la vida humana.
Como organización popular independiente apelamos a la construcción de la democracia popular y el socialismo para erradicar estos problemas, para respetar y dignificar la vida humana y de todo ser vivo, demanda que coincide con el punto 4 de los 14 puntos de nuestro Programa Mínimo de Lucha, en el que proponemos retomar el control total del suelo y el subsuelo, de mares, ríos, lagos, lagunas y riberas. Si existen problemas hay que buscar el modo para solucionarlos en beneficio del pueblo en vez de promover enmiendas a los problemas y que luego tengamos que comprar su falsa solución.
La lucha en contra del basurero que han mantenido los pueblos de la región de Cholula, Puebla, es genuina porque defiende el derecho a la salud, a la vida, al agua, y es una lucha que como clase trabajadora también nos incluye, porque va en contra de los intereses empresariales que crean los problemas para los cuales después tratan de vender las soluciones a buen precio para ellos. Los pueblos originarios también viven los embates del capitalismo, como en este caso del basurero de muerte; por lo tanto, esa lucha nos une y nos reúne como clase trabajadora y oprimida.

¡El agua no se vende, se ama y se defiende!

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