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De la filosofía alemana al materialismo dialéctico. Reaccionarios y revolucionarios

Materialismo dialéctico. El objetivo de este texto es dar una breve y sencilla explicación del contenido del texto Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, estudiado en los cursos de formación política de la olep.

Un tema importante y aparentemente complejo, pero que bien nos ayuda a comprender el marxismo, nuestra realidad y, principalmente, la necesidad de transformar el mundo material, a través de la lucha organizada e independiente

Este libro fue escrito por Friedrich Engels en 1886, después de la muerte de Marx, y tiene como objetivo abordar un tema que tenían pendiente desde 1845: la concepción materialista de la historia, filosofía que atraviesa todo su pensamiento y que se desarrolla partiendo de la de filosofía de Friedrich Hegel. Pero ¿quién fue Hegel y que hizo?

Hegel fue un importante filósofo alemán nacido en 1770 que desarrolló un sistema filosófico, en ese momento revolucionario y muy avanzado, que explicaba la realidad en un contexto de múltiples revoluciones burguesas a lo largo de toda Europa cuando la burguesía se imponía frente al feudalismo decadente. El conjunto de ideas, conceptos y razonamientos que desarrolló Hegel (su sistema filosófico) sirvió al Estado prusiano para imponerse sobre el pueblo, justificar su represión y censura. En su lógica era razonable un Estado represor que censuraba en la medida en que era necesario para mantener el orden existente. Una lógica utilizada aún hoy día por muchos gobiernos.

Dicho sistema filosófico tenía un lado muy conservador, que justificaba el actuar represivo de los gobiernos, sin embargo al mismo tiempo tenía un lado muy revolucionario que destacaba: su método dialéctico.

Hegel concebía que la realidad era cambiante, así como en un momento la monarquía francesa fue necesaria y razonable, ésta dejó de serlo con la revolución francesa de 1789 y terminó por ser barrida por la historia, perdió toda necesidad y toda racionalidad. Esta es la dialéctica de Hegel la cual rompe con el carácter definitivo de las cosas, tanto en el terreno del conocimiento como en el de la acción práctica. Sin embargo, termina dándole más peso a su sistema teórico que a la realidad, tratando de llegar a una verdad absoluta, que era lo que buscaba la filosofía clásica.

Así, Hegel caía pues en una contradicción, por eso sus seguidores se dividieron, incluso después de su muerte (1831), momento en el que recobra una mayor importancia. Por un lado, se encontraban los partidarios de su sistema filosófico, (viejos hegelianos, derecha) y, por otro lado, los partidarios de su método dialéctico (jóvenes hegelianos, izquierda).

Dentro de los jóvenes hegelianos vamos a encontrar a Ludwig Feuerbach, quien va a desechar el idealismo de Hegel y va a retomar el materialismo, decadente en esos años. Comprendió que la naturaleza existe independientemente de nuestras ideas, conceptos o filosofía y que éstas son producto de nuestra mente, de un órgano material físico: el cerebro.

Diferencia entre el idealismo y el materialismo

Pero primero expliquemos un poco esta diferencia entre el idealismo y el materialismo:

Engels nos explica que un problema cardinal de la filosofía a lo largo de la historia de la humanidad ha sido la relación entre el pensar (las ideas) y el ser (lo material), ¿Que es lo primario, las ideas o la materia? Los filósofos se dividieron en dos grandes grupos de acuerdo a cómo contestaron a esta pregunta. Los que afirmaban el carácter primario del pensar frente al ser formaban parte del idealismo. Los otros, los que señalaban el ser como lo primario figuran en las diversas escuelas del materialismo.

Había otro problema entonces: ¿Es nuestro pensamiento capaz de conocer el mundo real? ¿Podemos nosotros, en nuestras ideas y conceptos acerca del mundo real, formarnos una imagen refleja, exacta de la realidad? ¿Una imagen con sus contradicciones? A este problema se le conoce como el problema de la identidad entre el pensar y el ser. Y van a existir las más diversas respuestas a estas preguntas entre los filósofos, pero quien nos va a contestar esta pregunta de manera más clara y precisa va a ser la práctica. Sabemos qué conocemos con exactitud, no solo explicamos los fenómenos naturales, por ejemplo, sino que los replicamos bajo las mismas condiciones y los ponemos al servicio de nuestros propios fines.

Ha sido la práctica, el desarrollo de las ciencias, la propia industria y todos los avances tecnológicos, los que han impulsado las diferentes concepciones filosóficas, pues éstas no se dan únicamente por la fuerza del pensamiento.

Feuerbach era un materialista que dio un paso adelante en toda la filosofía de Hegel, pero no logró superar del todo sus posturas, su límite era su forma de pensar el materialismo, una forma muy mecánica que le impedía ver el mundo como un proceso en constante cambio.

Es aquí donde entran en escena Marx y Engels, quienes van a retomar lo más avanzado de Hegel (la dialéctica) y de Feuerbach (el materialismo) para desarrollar su filosofía.

Marx se posiciona sobre el materialismo, sacrificando todas las quimeras idealistas que no se pudieran comprobar en los hechos.  No hizo a un lado a Hegel, por el contrario, se aferró a su lado más revolucionario (el método dialéctico); sin embargo Hegel concebía la dialéctica como el autodesarrollo del concepto absoluto. Nos explicamos: según Hegel, siempre ha existido el concepto absoluto, desde la eternidad, y éste se ha ido transformando convirtiéndose en naturaleza sin conciencia de sí, hasta convertirse en humanidad con conciencia de sí. El pensar siempre ha existido, incluso antes que la materia, y éste se ha transformado hasta llegar a convertirse en humanidad. Para Hegel el desarrollo dialéctico no es más que un automovimiento del concepto absoluto con independencia del cerebro humano pensante y los objetos reales.

Marx y Engels dan vuelta a esta idea, ven a los conceptos como imágenes dinámicas de los objetos reales que están en constante movimiento. Definen entonces la dialéctica como las leyes generales del movimiento tanto del mundo material como del pensamiento.

La dialéctica del concepto era un reflejo del movimiento dialéctico del mundo real, por eso es que se dice que pusieron de cabeza a Hegel.

El mundo material no puede concebirse como un conjunto de objetos terminados
sino como un conjunto de procesos, donde a pesar de la apariencia estable siempre existe movimiento. Por eso el método del marxismo es dialéctico, no ve las cosas hechas y fijas sino que las estudia a través del movimiento y de sus contradicciones.

Cuando estudiamos nuestra realidad, la estudiamos como un proceso en constante cambio. Sabemos que el capitalismo no ha existido siempre ni de la misma forma y que ha llegado a su fin en muchos lugares y de diferentes maneras. Cuando estudiamos la realidad comprendemos las contradicciones del sistema capitalista que lo encaminan a sus propias crisis y entendemos la necesidad de transformar por vía de la práctica nuestra realidad, no como un deseo utópico o imaginario, sino producto de las leyes mismas del desarrollo social.

La ciencia del materialismo dialéctico e histórico, la realidad y nuestra práctica nos dan la razón.

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