ArtículosLucha de Clases

La lucha de clases y la “generación Z”

La lucha de clases y la “generación Z”. El temor de la socialdemocracia es la fuerza de la reacción

El descontento reaccionario de una parte de la pequeña burguesía como el visto en la manifestación del 15 de noviembre, no nace como lo afirma la socialdemocracia en el poder, únicamente de la nefasta labor de la parte más reaccionaria y conservadora de su propio gobierno y de los grandes oligarcas para los que también gobierna. Nace también de sí misma (es como su hijo no deseado).

Sí, la socialdemocracia también es responsable del monstruo fascista que crece y muestra su fuerza y esencia.

Así es, el origen de la violencia reaccionaria y fascista es la decisión política del propio gobierno de aceptar y mantener en sus filas a reconocidos represores del pueblo y a reconocidos empresarios que se han beneficiado de las políticas neoliberales. Incluso dentro de la socialdemocracia cada día es más difícil distinguir a los antineoliberales de los neoliberales, a los menos neoliberales de los más.

La socialdemocracia

La socialdemocracia duerme con el capital monopolista trasnacional en su “cuarto de al lado”, las herederas de los saqueadores y explotadores son sus asesoras.

El origen de la reacción fascista es la decisión política de no castigar ejemplarmente a los empresarios más corruptos, serviles al imperialismo y crueles con el pueblo: los Salinas Pliego, los Larrea, los Slim, los Coppel…El origen de la reacción fascista es la decisión de no preparar las condiciones de todo tipo para romper con el imperialismo yanqui, principalmente y seguir atados económicamente, políticamente y militarmente a los Estados Unidos para hacer al norte de américa “grande otra vez”.

Los que hoy se espantan por la marcha , son los mismos incapaces de afrontar los problemas del pueblo con firmeza; son los que se niegan a la reducción de la jornada laboral a 40 horas de manera inmediata, a derogar la neoliberal ley del ISSTE del 2007 que afecta a los trabajadores al servicio del Estado; a eliminar la simulación laboral y el outsourcing de manera definitiva; en fin, los que no quieren hacer enojar a la clase burguesa y al imperialismo con medidas supuestamente radicales.

El origen de la reacción fascista debe buscarse en los organizadores de los homenajes a los Figueroa, en quienes han encumbrado a García Harfuch, en quienes mandan a mandos de las fuerzas armadas y policíacas a entrenarse en Israel; en quienes le dieron a los verdugos del pueblo: las fuerzas armadas, empresas qué administrar y 500mil soldados más disfrazados de Guardia Nacional. Porque lejos de debilitar a lo más conservador y reaccionario de la propia burguesía monopolista trasnacional la fortalecieron, y también a sus administradores y a sus represores.

A la socialdemocracia le falta autocrítica y a nosotros, quienes luchamos por la democracia popular y el socialismo, capacidad para organizar y conducir el descontento popular que nace de la falta de soluciones profundas para los problemas históricos de la clase trabajadora.

La disputa por la voluntad de las grandes masas es un fenómeno evidente que está “sobre la mesa”. Si no avanzamos con claridad política, audacia y a una mayor velocidad en la organización, la reacción al tener más recursos materiales, una parte del poder político y a las instituciones de seguridad como su aliado, buscará convertir el genuino descontento popular en un descontento dirigido y utilizado por la reacción para justificar su pleno regreso, porque lo afirmamos otra vez, una parte ya regresó dentro del gobierno y dentro de morena.

Y es precisamente en este momento cuando la violencia fascista es difundida ampliamente por medios digitales, que no debemos caer en pánico, como lo hace la socialdemocracia y sus intelectuales que afirman que la reacción busca muertos; la reacción siempre los ha producido, la reacción produce miles de muertos, todos los días, de muchas maneras: inhumanas jornadas laborales, falta del derecho humano a la salud o deficiente, salarios que no alcanzan; connivencia de autoridades con la delincuencia que siembra violencia, la lista es larga; pero lo que teme la socialdemocracia es que esa violencia cotidiana que ejerce la reacción contra el pueblo y que ella solapa se volque contra su gobierno. Pero además pretende contagiarnos el miedo…

Es verdad, cuando el pueblo está desorganizado, está en desventaja para enfrentar la violencia reaccionaria del Estado: de los empresarios, de los paramilitares, de las fuerzas armadas y policiales, de los ejércitos imperialistas, de los gobernantes y su burocracia…por eso la socialdemocracia pretende que el pueblo se mantenga así: temeroso y desorganizado, para mantenerlo débil frente a su propia tibieza que es incapaz de expropiar siquiera un tornillo a la clase parásita de la burguesía.

Remarcamos organizar, organizar y organizarnos, he ahí nuestra principal tarea; luchar contra el miedo y el desánimo con organización; establecer alianzas con base en la organización para la movilización, para dar y realizar alternativas concretas y aplicables a los problemas de la clase trabajadora que la socialdemocracia evita resolver, porque los confronta con el poder económico, político y militar de la clase burguesa monopolista trasnacional para la cual también gobierna.

Para finalizar afirmamos la lucha de clases no es problema generacional. Terminar con el dominio económico, político y militar de la clase que ostenta la propiedad del capital no es un tema generacional, es un problema de la humanidad que la socialdemocracia se niega a resolver, porque entre otras cosas, le da miedo.

¡Contra el despojo, la explotación y la opresión; resistencia, organización y lucha por el socialismo!

Correo: olep.contacto@gmail.com y olep.contacto@gmail.com

Facebook: https://www.facebook.com/olep.fragua

Instagram: https://www.instagram.com/fragua.olep?igsh=NHNuN2k1anQwNnpy

Linktr.ee: https://linktr.ee/fraguaolep

WhatsApp: 5578375605

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

sixteen − 3 =