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Palestina y el genocidio

Palestina y el genocidio

A siete meses de que se intensificaron los actos genocidas por parte de Israel para acabar con el pueblo de Palestina, hemos podido observar cómo en los medios de comunicación han usado la narrativa de que Israel se está defendiendo del ataque de Hamas del pasado 7 de octubre de 2023 y nos pintan este conflicto como una guerra, pero omiten contar el despojo que han sufrido los palestinos desde 1947 y que las acciones del Estado de Israel nos demuestran día con día que su objetivo es eliminar al pueblo palestino de la faz de la Tierra.

Como sabemos, el sistema capitalista se sustenta en relaciones de producción basadas en la explotación y opresión de la humanidad en beneficio de una minoría mundial y para poder mantener dichas relaciones, la clase dominante ha afianzado diferentes formas de violencia hacía la clase oprimida, con tal de asegurarse de que, en lugar de rebelarse contra los explotadores, el pueblo trabajador se enemiste con sus hermanos de clase y perpetúe la explotación. En toda relación de abuso, el violentador utiliza diferentes formas de control, desde las más sutiles hasta las más desvergonzadas para aislar y continuar con el sometimiento de su víctima. Así lo hace la burguesía: niega hechos, distrae la atención y miente a la población para sembrar en ella la duda, para que se cuestione su propia memoria, su percepción y juicio y así invalidar sus ideales. A través de los medios de comunicación, la educación y la religión intentan implantar una realidad distorsionada de lo que ha ocurrido en nuestra historia como pueblo trabajador.

Podemos observar este fenómeno reflejado en la narrativa que utilizan los grandes medios de comunicación para contarnos los acontecimientos que han tenido lugar desde hace décadas en Palestina, desde que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1947 apoyó la creación del  Estado de Israel en territorio palestino, una vez asentados los primeros pobladores que deseaban construir ese Estado, empezaron a expandirse y a aniquilar al pueblo palestino, reduciendo su territorio a tan sólo un 15% de su extensión original, justificando la violencia contra los palestinos con una narrativa sustentada en su religión: ese territorio es el que les prometió Dios y ante los ataques del “grupo terrorista del Hamas”, Israel debe defenderse.

Dicha narrativa le ha servido al Estado de Israel para justificar los actos inhumanos que está cometiendo contra el pueblo palestino, le ha servido a Estados Unidos y a los países europeos para apoyar estos actos y adueñarse de un territorio estratégico por su riqueza natural y, tristemente, también podemos observar que es un discurso cómodo para los Organismos Internacionales, pues no han podido ni han querido salir de una postura de inacción a pesar de la violación por parte del Estado israelita de resoluciones de la ONU, como las de de la Corte Internacional de Justicia, del Consejo de Seguridad de la ONU y de la Asamblea General de la ONU, algunas de ellas emitidas desde la Segunda Guerra Mundial para mantener la paz y otras emitidas en los últimos meses ante las claras intenciones de Israel de generar un genocidio palestino, pero sobre todo gracias a la presión mundial que el pueblo trabajador ha ejercido en las manifestaciones en diferentes partes del mundo exigiendo un algo al fuego y la libre determinación del pueblo palestino.

El pasado mes de marzo se publicaron dos documentos importantes que piden un alto al fuego. Uno de ellos es la resolución 2728/24 de la ONU, publicada el pasado 25 de marzo, la cual llamó bastante la atención, pues fue la primera vez que Estados Unidos se abstuvo de votar, en lugar de usar su derecho de veto en favor de Israel. En esta resolución se incluyen algunas cláusulas interesantes como la exigencia de un alto inmediato al fuego durante el mes de ayuno del Ramadán (conmemoración musulmana), la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y la necesidad de ampliar el flujo de ayuda y proteger a los civiles en toda la Franja de Gaza. Sin embargo, dicha resolución, aunque se presume que es vinculante, no obliga a nadie a cuidar que se cumpla en los hechos y corresponde únicamente a las partes atender dicho llamamiento.

Por otro lado, a finales de marzo, la relatora de la ONU para territorio palestino, Francesca Albanese, experta en derechos humanos, publicó un informe titulado “Anatomía de un genocidio” en el que culpó a la comunidad internacional del genocidio por su inacción y por no exigir que Israel rinda cuentas. En dicho informe, describe tres actos que Israel está cometiendo contra el pueblo de palestina que se consideran parte de un genocidio:

  1. Causar graves daños físicos o mentales a miembros del grupo
  2. Infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial
  3. Imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo

En este contexto, Albanese pidió a los Estados miembros que cumplan con sus obligaciones e impongan un embargo de armas y sanciones a Israel.

Cabe destacar que a la fecha van más de 215 días de que el pueblo palestino ha sido aislado y sufre de bombardeos a campamentos de refugiados, a desplazados que se encuentran en hospitales, a tiendas de campañas de periodistas, a población civil que esperaba ayuda humanitaria; van más de 215  días de agresión sin alimento, sin energía, sin agua; más de 35 mil asesinatos, la mayoría mujeres y niños, más de 12 mil desaparecidos y 71 mil heridos. Van más de 215 días de violencia sistemática y de discursos de odio hacia la población palestina, describiéndolos como enemigos que deben ser erradicados y torturándolos con videos e imágenes publicadas por parte de soldados israelíes en las que se jactan de sus asesinatos de familias, madres, niños, del bombardeo de hogares, mezquitas, hospitales y escuelas y vídeos donde se burlan sádicamente y humillan a sus víctimas.

Aunado a eso podemos observar que el Estado de Israel no sólo ataca al pueblo palestino, sino a todo aquel país, organización o individuo que decida apoyarlo. Ya son más de 90 funcionarios de la ONU que han sido asesinados y se han cometido actos crueles como el ataque aéreo del mes de marzo contra la Organización World Central Kitchen (WCK) que entregaba cien toneladas de comida en un almacén en el centro de Gaza, en dicho ataque fueron asesinados 7 voluntarios y no fue posible entregar la ayuda humanitaria.

Por estas razones, para nosotros como organización que lucha por una transformación profunda de la sociedad, es muy importante reivindicar la lucha de los pueblos por su emancipación y evidenciar que la narrativa de la clase dominante intenta implantar una realidad distorsionada en el imaginario social de la población para justificar el despojo y la violencia y así culpabilizar y criminalizar a los pueblos que no han tenido otra alternativa más que renunciar al miedo y defenderse.

Como organización hemos abrazado la tarea de analizar los hechos que acontecen en Palestina, desde los acontecimientos del pasado 7 de octubre del 2023, en cada número del periódico y de hacer la difusión del genocidio israelí en cada actividad que realizamos: en las brigadas de reparto del FRAGUA, en los mítines, en las marchas y en los talleres que impartimos. Hemos abrazado como nuestro deber el informar a la población sobre lo que ocurre en Palestina, pues pensamos que es importante indignarnos y luchar, porque los palestinos son nuestros hermanos de clase y nuestras historias como países son muy parecidas.

Hoy sabemos que ha sido gracias a la valentía de los pueblos del mundo y su convicción de luchar para acceder a una vida digna, que el día de hoy el pueblo trabajador ha podido mejorar sus condiciones de vida. Pero esta lucha no ha estado libre de represión y de la violencia más cruel por parte de la burguesía. Hoy, el pueblo palestino está sufriendo y lo han orillado a decidir entre la muerte o su plena libertad.

Por ello, te invitamos a unirte a nuestras actividades y a sumarte a la movilización permanente para exigir que el Estado mexicano rompa todo tipo de relación con el Estado de Israel.

¡Contra el despojo, la explotación y la represión; resistenciaorganización y lucha por el socialismo!

¡Luchar con dignidad, luchar con el pueblo palestino, luchar hasta vencer!

Correo: olep.contacto@gmail.com y olep.contacto@gmail.com
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