Trabajadoras marginadas por el Estado
Ni “nenis” ni microempresarias
La pandemia provocada por el COVID-19 evidenció las desigualdades estructurales propiciadas por el capitalismo, pues mientras los 36 millonarios de la lista de billionaires mexicanos tuvieron un aumento promedio superior al 20% en sus fortunas, existe un incremento también de 3.8 millones de personas en situación de pobreza, con lo que se suma un total de 55.7 millones de pobres en México.
Lamentablemente, esta situación agudizó aún más la posición de la mujer trabajadora: desigualdad económica, violencia doméstica y la falta de acceso a derechos laborales.
Datos oficiales demuestran que las trabajadoras mexicanas tenemos condiciones más vulnerables que los hombres en el ámbito laboral: el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) reportó en el 2021 que las mujeres debemos trabajar 13 horas semanales más que los hombres para ganar el mismo salario y que, por el mismo tiempo de trabajo, los hombres ganan 19% más que las mujeres.
Durante la pandemia, millones de mujeres y hombres trabajadores fueron despedidos de manera ilegal, aunque no podemos negar que esta crisis ha golpeado más a mujeres que a hombres, ya que 7 de cada 10 desempleos corresponden a mujeres que han tenido que quedarse en casa para atender tareas domésticas y el cuidado de los hijos, que refuerzan estereotipos y roles de género que agudizan la violencia doméstica.
El 2021 fue el año de la “recuperación económica”, como trabajadores que sobrevivimos con ahorros o como pudimos durante la pandemia, aceptamos lo que sea para empezar a ganar algo de dinero, aunque eso representara recibir menor salario y buscar alternativas para completar el gasto.
Ante este panorama, las mujeres mexicanas aprovecharon las redes sociales (Facebook, Instagram o grupos de Whatsapp) para vender diversos productos y ofertar diferentes servicios. Cuando lo hacían, contestaban de manera amable: “¿cuánto cuesta, neni?”, “¿te paso mi número de cuenta, neni?”., “entrego en punto medio, neni”. Por estas frases y a manera de burla se les adjudicó el término de nenis.
La nenis son aproximadamente 5.2 millones de mujeres que se encuentran en el comercio informal y generan alrededor de 10 millones de pesos diarios, según un estudio de la unam.
Con esta actividad han sorteado un poco la crisis para llevar algo de dinero a la casa. Sin embargo, este fenómeno visibiliza la problemática de la precariedad laboral en el país, la informalidad, el desempleo, la pobreza laboral, pero sobretodo el hambre insaciable de los empresarios, quienes pese a seguir aumentando su riqueza, prefieren no soltar ni un céntimo de su riqueza para brindar un salario digno.
Como si todo lo anterior no fuera suficiente, a partir del 2022 el SAT buscará imponer fuertes multas a las personas que reciban ingresos por internet y que no cumplan con sus obligaciones tributarias; es decir, buscará que paguen impuestos. Sabemos que más de la mitad de la población vive del trabajo informal, lo cual no quiere decir que las personas no paguen impuestos (como erróneamente se piensa), ya que todos pagamos impuestos en los productos y servicios que consumimos.
Otra cosa que queda de manifiesto es la actuación conciliadora del Estado mexicano, que le habla bonito a los empresarios para que paguen sus impuestos, como a Ricardo Salinas Pliego, quien debe 2 mil 636 mdp que no ha pagado desde hace 15 años, pero pone “mano dura” con las nenis, mujeres que ante el panorama laboral tan precario han tenido que buscar formas de sobrevivir. Entonces nos preguntamos, ¿por qué el pueblo, tiene que seguir siendo el sacrificado en esta conciliación con los empresarios?, ¿por qué debemos conformarnos con trabajos precarios, sin seguridad social, ganando de 1 a 3 salarios mínimos y jornadas de más de 48 horas semanales?, ¿por qué la clase trabajadora es la que siempre sale perdiendo?, ¿esta supuesta recuperación económica es realmente para el pueblo?
Este panorama pone de relieve lo que venimos diciendo número con número en nuestro periódico FRAGUA: ¡el neoliberalismo no ha terminado! Como organización que lucha por la democracia popular y el socialismo, sabemos que es iluso asumir que el Estado, que le pertenece a los empresarios, velará por los intereses del pueblo trabajador. Sabemos que esto sólo se logrará con la lucha organizada de las trabajadoras y trabajadores, quienes no debemos dejar de movilizarnos y exigir, a través de la agitación y la propaganda, el cumplimiento de nuestro derechos históricos.
Por ello, te invitamos a conocer a la Unión Democrática Independiente de Trabajadoras y Trabajadores (UDITT), un esfuerzo organizativo que promovemos como OLEP para luchar por nuestros derechos laborales y que está impulsando la Escuelas de Derechos Laborales “Ricardo Flores Magón” en Ecatepec, Estado de México y en el sur de la CDMX, ambas escuelas inician este 23 de abril de 2021, porque derecho que no se conoce, es derecho que no se exige y se defiende.
Es momento de que como pueblo trabajador tomemos las riendas de nuestro destino. Es momento de luchar por una vida digna, por construir un mundo donde no exista la desigualdad, ni la pobreza, donde como mujeres trabajadoras no tengamos que ser nenis para poder sobrevivir, es momento de luchar por el socialismo.
¡Salario digno, trabajo justo
y seguridad social!
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