Trump contra el mundo: La demagogia como señuelo
El pasado 20 de enero del 2025 tomó posesión como presidente de los Estados Unidos (EU) el magnate Donald Trump y a partir de ese día las notas respecto a sus acciones en contra de muchos grupos sociales, como los migrantes, la comunidad LGTB y las mujeres se suceden en cascada. Hacia afuera también los eventos se suceden de forma repentina y agresiva, su actitud con México, Canadá o China, nos deja preocupados y reflexionando en cómo y por qué un tipo tan deleznable y retrógrada ha logrado tomar las riendas de un país que durante siglos se ha considerado el adalid de las libertades y derechos civiles.
Nuestra posición ante TRUMP
Ahora bien, para nosotros esto definitivamente no es ninguna sorpresa, porque desde nuestra perspectiva, el ascenso de Trump en EU no es sino una de las señales más claras, de que el capitalismo como sistema económico-político-ideológico y cultural, no responde a ninguna de las aspiraciones humanas ni resuelve la lucha de clases. Esta lucha es sin duda el problema real y quién no lo entienda está condenado a repetir una y otra vez la misma historia de horror, mentiras y violencia.
El encumbramiento de Trump, tiene como combustible la acción concreta y bien dirigida de una gran parte de la sociedad norteamericana: los grandes oligarcas de capital trasnacional y dueños de los principales monopolios, aunque muchos simpatizantes de Trump son hombres y mujeres trabajadores, proletarios sin conciencia de clase que ante un panorama desolador, donde las contradicciones económicas inherentes al capitalismo no han hecho otra cosa que avanzar, buscan en un líder carismático la solución a un problema que desde un inicio no está bien planteado.
Las “soluciones” de Trump, por lo menos en estos primeros días, no pasan de ser propaganda barata sin ninguna justificación. Por ejemplo, algunos de sus primeros decretos han sido en el área de migración, tales como deportar, aportar más recursos militares y económicos para cerrar la frontera con México, además eliminó el derecho al asilo político, no más refugiados. También declaró terroristas a los narcotraficantes mexicanos, así como a algunos otros carteles de Venezuela y otras naciones centroamericanas, también revivió la pena de muerte como castigo. En el área económica ya elevó los aranceles un 10% más a China y 25% a la importación de acero y aluminio lo cual afecta a las empresas que lo hacen y están instaladas en México, también decidió salirse de muchos acuerdos comerciales y políticos como los acuerdos de París, el acuerdo fiscal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, se ha salido de la Organización Mundial de la Salud, ha suspendido además programas de ayuda humanitaria, todo esto bajo el lema “Estados Unidos Primero”. Dentro de su administración ha decidido hacer recortes importantes al gasto público lo que se refleja en muchos despidos y nuevas contrataciones sin ninguna prestación.
Las medidas tomadas de TRUMP
Todas estas reformas y medidas tomadas por Trump, no resuelven ninguno de los problemas reales de los trabajadores en Norteamérica, todos estos anuncios no son sino mera demagogia y muchas de estas medidas incluso van en contra de los trabajadores.
Bernie Sanders (político progresista de los EU), menciona algunos de los problemas reales de la clase trabajadora norteamericana y señala los siguientes como los más urgentes:
Un sistema de salud roto, disfuncional y caro, por ejemplo, uno de cada cuatro norteamericanos no puede comprar sus medicamentos.
Estados Unidos tiene a más de 800 mil personas sin hogar y a millones de trabajadores que gastan el 50 o 60 % de sus ingresos en el pago de vivienda.
Durante las últimas décadas la desigualdad de los ingresos y repartición de la riqueza ha crecido de forma exponencial, actualmente las tres personas más ricas de EU acaparan la mitad de los ingresos de la población más pobre. Estas tres personas, vieron aumentar su riqueza en más de 233 mil millones de dólares desde la elección de Trump.
El cambio climático ha provocado en los últimos diez años un aumento importante de la temperatura mundial, los recientes incendios en California no han sido casualidad.
Como podemos observar, ninguna de las medidas tomadas por Trump va en dirección de apoyar a las clases trabajadora de su propio país, porque estos problemas, no se resolverán con discursos explosivos donde se eligen pequeños grupos como chivos expiatorios. Los trabajadores norteamericanos se equivocan al elegir a Trump para solucionar problemas que requieren un cambio de fondo, es decir, un cambio de paradigma.
El triunfo de Trump y sus acciones deben preocuparnos, porque sus acciones no responden a una lógica de resolución y preocupación real por sus ciudadanos, sino que responde a intereses de una elite ambiciosa y cruel, que no dudará un segundo en usar la violencia y la guerra como armas distractoras y enajenantes. En este contexto México, su clase trabajadora es desafortunadamente su víctima.
En conclusión, las derechas del mundo y sus élites están listas para cooptar todo el descontento social y dirigirlo para satisfacer sus intereses, los trabajadores del mundo requerimos estar atentos y conscientes. Elevar nuestra conciencia de clase proletaria es vital en estos turbios momentos, la historia debería servirnos para detectar el momento justo en que los fascismos, quieren revivir y llevarnos por la ruta incorrecta.
La lucha de clases no va a resolverse con personajes carismáticos, no va a resolverse con reformas electorales o políticas, no va a resolverse en las redes sociales, la lucha de clases se resuelve con organización, movilización combativa, con información, con conciencia de clase e internacionalismo proletario. Con un cambio de raíz en el sistema: con el socialismo.
¡Luchar, luchar, con el pueblo organizado, luchar hasta vencer!
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