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Un resumen de la resistencia palestina frente a la ocupación israelí

Al momento de escribir estas líneas ha pasado mes y medio desde la Operación Inundación de Al-Aqsa, operación que los medios masivos y los gobiernos de todo el mundo han dado como el inicio de la guerra entre “Israel” y Hamas. Pero, como los hechos hay que analizarlos de manera objetiva y no a la luz de la intelectualidad burguesa, es necesario entender varias cosas.

La violencia en la Palestina ocupada (lo que hoy llaman “Israel”) podemos retomarla desde hace, al menos, 100 años cuando, tras la derrota del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones le otorga la posesión de ese territorio al Imperio Británico el cual lo ocupó desde 1917 hasta 1948.

Esta ocupación rompió el pacto que habían establecido los británicos con los árabes que se les aliaron para combatir a los otomanos bajo la promesa de otorgarles un reino independiente al del Imperio otomano.

Tras la traición británica, el emir Fáysal Ibn Husáyn, antiguo aliado de los británicos en la lucha contra los otomanos, reclama la creación de la “Gran Siria”, un estado árabe que aglutinaría los territorios que hoy conocemos como Siria, Irak, Jordania, Palestina, Palestina ocupada (“Israel”) y Líbano.

Al mismo tiempo otro caudillo tomó relevancia: Izz al-din al-Qassam o Izzedin al-Qassam dependiendo la traducción. Izz al-din, al contrario de Fáysal, luchó junto al Imperio Otomano en contra de los europeos y tras la derrota otomana comenzó la guerra de guerrillas en contra de la ocupación francesa y británica en distintos territorios.

Ambos caudillos confluyen en la Revuelta de 1921, sin embargo caminan por distintos senderos. Por una parte, Fáysal era el interlocutor árabe con el sionismo llegando a dudosos acuerdos (porque incluso se dice que estos fueron tergiversados por los sionistas a su favor para establecerse) incluso previos a la Revuelta de 1921 donde se excluía de la Gran Siria al territorio de Palestina y se aprobaba la migración sionista-judía masiva sobre dichos territorios con la única condición de que se apoyara la creación de un estado árabe independiente y se dejara en control musulmán los sitios sagrados de la región, situación que jamás sucedió.

Así, entre 1919 y 1923 se da la “Tercera Aliyá” (pues la migración judía a la región inició en 1882 con la “Primera Aliyá” y la “Segunda Aliyá” en 1904) la cual lleva migrantes judíos, principalmente de Europa del Este. El sello de esta Tercera Aliyá fue su ideología sionista, es decir, no llegaron solamente a establecer colonias en lugares despoblados sino que inicia bajo una lógica de saqueo y despojo de la población local.

Al tiempo que estos acuerdos con Fáysal cobraban sus primeras víctimas, Izz al-din pasó los años 1920 construyendo la fuerza social necesaria para luchar por la autodeterminación de Palestina. Su labor como religioso lo ayudó a construir base social entre los campesinos palestinos hasta que en 1930 crea la Mano Negra, la primera organización militante árabe que buscaba la autodeterminación palestina y también la primera organización en ser catalogada como terrorista por las fuerzas de ocupación.

Para hacer un símil, algunos llaman a Izz al-din “el Zapata árabe”, porque construyo su base social entre campesinos, haciendo el llamado a la recuperación de la tierra y no se sometió a los acuerdos que dejaban a su pueblo en la miseria.

También, su doctrina religiosa la enmarcaron en el “islamismo social”, lo cual nos recuerda a la teología de la liberación que impregnó América Latina principalmente en los años 1960-1970 e incluso ya entrados los 1980.

Izz al-din muere en combate en 1935 ante agresores británicos y su ejemplo de martirio (como él mismo lo nombró) hizo que se encendiera la mecha de la rebeldía palestina iniciando la “Gran Revuelta Árabe” de 1936-1939 que terminó con la creación del “Libro Blanco de 1939 o de MacDonald” el cual establecía: mandato gradual igual para árabes y judíos, limitación de la migración judía, restricción de compra de tierras para los judíos y preservar las tierras de la población natural árabe.

Estos acuerdos, evidentemente, iban en contra de los intereses sionistas de ocupación y es cuando se agudiza el terrorismo sionista en contra tanto de los británicos, a quienes acusaban de capitular en favor de los árabes y del pueblo árabe. La organización sionista más importante de la época fue Irgún, la cual también llegó a ser catalogada como terrorista por parte de los británicos hasta que ambos se alían en la segunda guerra mundial. El objetivo final de Irgún era establecer un Estado exclusivamente judío. Como dato importante, al disolverse Irgún se constituye el partido político Herut el cual fue decayendo hasta pasar a formar parte de su sucesor Likud que, oh sorpresa, es el partido del actual primer ministro “israelí” Benjamín Netanyahu.

Tras los acuerdos del Libro de 1939 se extiende la Segunda Guerra Mundial. El mundo se vuelve a dividir. Los horrores del nazi fascismo dejaron cifras espeluznantes: 36 millones de chinos, 27 millones de soviéticos, 4 millones de judíos muertos. Estas cifras le dieron una carta de triunfo al sionismo y exigir la creación de un Estado judío. Así, el 14 de mayo de 1948 se da la Declaración de independencia de Israel y se establece el Estado sionista. Para ese momento, las tropas judías ya habían tomado por asalto Palestina y expulsado a 300 mil palestinos, en el evento conocido como la Nakba (la catástrofe).

La recién creada Organización de las Naciones Unidas había emitido en1947 la resolución 181 con el fin de lograr la creación de dos Estados, unos árabe y uno judío. Tras iniciar la Guerra Árabe-Israelí de 1948 el único país que mantuvo firme la solución de dos Estados frente al baño de sangre fue la Unión Soviética viéndola como la única solución al conflicto y para detener la guerra.

Sin embargo, a la luz de los tiempos, también es de resaltar que esta resolución terminó por favorecer a los sionistas quienes ganaron la Guerra de 1948 y expandieron sus territorios, al tiempo que jamás permitieron ni antes ni hoy la creación de un Estado palestino independiente. Además de que geográficamente siempre ha sido inviable.

A partir de la derrota árabe en la guerra (donde participaron voluntarios de Siria, Egipto, Transjordania -hoy Jordania, Líbano, Arabia Saudita, Yemen) la ocupación sionista no ha detenido sus intereses por tomar toda la tierra palestina la cual explota con la Ley de Retorno de 1950 la cual establece que todo judío tiene “derecho” a regresar a “Israel”.

En 1956 vuelven a sonar los tambores de la guerra y se desata la Guerra de Suez donde Reino Unido, Francia e Israel se enfrentan a Egipto con el apoyo de otros países árabes pues no estaban de acuerdo con los resultados posteriores al triunfo israelí en guerra del 1948. Egipto es derrotado, pero tanto los Estados Unidos como la Unión Soviética instaron y obligaron a los tres países triunfantes a ceder. Para ese momento el gobierno de Egipto estaba encabezado por Gamal Abdel Nasser, un propulsor del panarabismo y simpatizante del socialismo quien apoyaba abiertamente a las guerrillas que luchaban contra el recién creado Estado de “Israel”. Sin embargo, se apostó un contingente armado de la ONU llamado Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas en el Canal de Suez ocupándolo en los hechos. Esto hasta la Guerra de los Seis días que también enfrentó a los países árabes con “Israel” cuando éste país ataca a Egipto y parte de lo que hoy es Siria y después de seis días termina por anexándose los Altos de Golán, Cisjordania, la Franja de Gaza y la península del Sinaí. Es decir, territorio donde habían sido establecidos los palestinos expulsados en la Nakba, y territorio de la entonces República Árabe Unida (Egipto y Siria actuales). Esto en 1967. En 1973 se da la Guerra de Yom Kimpur la cual, al paso del tiempo, termina con la paz entre Egipto e Israel y convirtiendo a Egipto en el primer país árabe en reconocer a Israel como un país, esto a cambio de la entrada al Canal de Suez.

En 1964 se crea la Organización para la Liberación Palestina la cual aglutinó a los distintos esfuerzos de la lucha palestina en contra del invasor sionista. Esto surgió como una necesidad de marcar un frente común pero también de establecer los propios fines de los palestinos y no subordinarse a los intereses de sus aliados, por más legítimos que estos fueran.

La OLP fue apoyada política y militarmente por la Unión Soviética así como a los grupos que la conforman quienes muchas veces actuaban de manera independiente.

A partir de 1967 se da la ofensiva palestina ligada a la lucha no sólo por la independencia sino también por el socialismo. Principalmente encabezado por el Frente Popular para la Liberación de Palestina en cuya estrategia se marca la guerra popular, las alianzas con las fuerzas nacionalistas y tender puentes con las organizaciones y países progresistas a nivel internacional.

Los años 1970 fueron años de grandes batallas entre las fuerzas de la OLP, el FPLP y los enemigos sionistas. El Frente recurrió a la toma de aviones civiles como forma de presión para liberar presos políticos palestinos, así como a acciones como la tomada en los juegos olímpicos de Munich de 1972 que terminó con un fatal desenlace.

El apoyo a los esfuerzos de liberación palestinos varió con el tiempo. Después de la paz firmada entre Egipto e Israel y el alejamiento del primero en sus relaciones con la Unión Soviética, el apoyo se vio sumamente limitado por no decir nulo. También acciones en el propio mundo árabe como la expulsión de fedayines (luchadores palestinos nacionalistas y comunistas) por parte del Rey de Jordania en 1970 o el uso que quiso darle el gobierno de Egipto a la causa palestina para subordinarlos a sus intereses panarabistas, que si bien sigue siendo una ideología progresista en el mundo árabe, terminaba por someter los intereses palestinos a los intereses externos.

Por eso, la construcción del FPLP y de la OLP fueron un salto cualitativo en la lucha por la emancipación del pueblo palestino, una lucha que no pasó desapercibida por las fuerzas imperialistas y que persiguieron y siguen persiguiendo hasta la fecha como fuerzas que deben ser destruidas, sobre todo el FPLP.

Ya en los 1980, la influencia del FPLP entre los palestinos, el mundo árabe, y prácticamente todo el mundo era tal que las fuerzas imperialistas buscaron contrarrestar políticamente y quitarles base política y social, pues no sólo era la causa palestina la que tomaba fuerza, sino la lucha por el socialismo.

Así, con alianzas en Alemania, Bélgica, Japón, América Latina el Frente utilizó su táctica de lucha internacional para ir ganando fuerza mediante el combate, pues si el enfrentamiento entre ejércitos regulares en Palestina era imposible no así la guerra de guerrillas, que en este caso se llevó a cabo fuera de sus fronteras incluso (y más tomando en cuenta que Palestina está ocupada).

Un enemigo sui géneris requería una política sui géneris entonces los sionistas vieron la oportunidad en fortalecer a grupos islámicos nacionalista que si bien lucharían por su independencia no lo harían por el socialismo y así tendrían más puntos en común (como ya lo habían experimentado con Egipto cuando se comienza a perder la ideología panarabista-socialista).

En plena Primera intifada y con la ofensiva palestina a tope, principalmente integrada por jóvenes en las calles y las organizaciones armadas (lo que hoy se conoce como “la juventud que resiste” que es más una forma de lucha que una organización como tal) nace el grupo Hamas, un grupo que pasó de ser una organización de asistencia social islámica a un grupo político con su propio ejército y el cual le arrebató buena parte de la base social al FPLP y más con la caída del así llamado “socialismo real” en los 1990.

Sin embargo, el curso de la historia no la define una coalición de sujetos en una mesa sino la lucha de clases. En 1992 se dan los Acuerdos de Oslo entre la OLP e Israel lo cual es visto por varios grupos, incluídos Hamas y el FPLP, como la capitulación de la causa palestina. El FPLP vuelve a romper con la OLP y Hamas crea las Brigadas Mártir Izz al-Din al-Qassam para luchar en contra de estos acuerdos.

Con al ascenso meteórico de Hamas, el crecimiento de las organizaciones islámicas nacionalistas y armadas así como la caída de los apoyos al FPLP (políticos y militares) y las luchas internas en la OLP se pinta un nuevo escenario político.

Hamas adquiere mucha fuerza en los 1990 y en 2007, tras la Segunda Intifada, que en mucho significó bastantes pérdidas para el FPLP y otros grupos, se convierte en gobierno legítimo en Cisjordania, esto deviene en una pequeña guerra civil entre el FPLP, FATAH y Hamas pues los primeros no estaban de acuerdo con las políticas del último pero que al poco tiempo se logra un alto al fuego y negociación entre las partes.

Sorpresivamente, para los sionistas, los distintos grupos palestinos comienzan a realizar acciones coordinadas. Si bien cada uno luchando desde un espectro distinto de la política, todos con la idea de acabar con el Estado sionista y liberara a Palestina.

Y, para esta historia, es interesante notar como Hamas recupera el nombre de Izz al-Din y no de otro mártir porque, al final, la política de esta organización también se inscribe en cierta forma en el islamismo social y la lucha por la tierra.

Hoy estamos viviendo un momento de crecimiento cualitativo de la lucha del pueblo palestino. Así lo ha nombrado el propio Frente Popular para la Liberación de Palestina. Las distintas organizaciones político-militares palestinas han logrado un grado de desarrollo y alianzas tal que el 7 de octubre de 2023 iniciaron la Operación Inundación de Al-Aqsa, un resultado de la construcción del Cuarto de Operaciones Conjuntas donde se encuentran, entre otros, Hamas, el Frente Popular para la Liberación de Palestina, el Frente Democrático para la Liberación de Palestina, el Frente Popular para la Liberación de Palestina – Comando General, las Brigadas Mártires de Al-Aqsa, Yijah islámica, Brigada Salafit.

Este salto cualitativo, el cual estaba marcado en la estrategia del FPLP desde 1967, también es una respuesta al incremento de ataques sionistas en el último año el cual daba a entender que no había ni un paso atrás en los intentos de avanzar en la colonización.

Entre el 1 de enero y el 5 de octubre de este año, 225 palestinos habían caído bajo las balas y el fuego sionista, la cifra más alta por año desde la segunda intifada. Este resumen no le hace honor a la historia del pueblo palestino pero si busca dar una orientación histórica al conflicto y entender que los objetivos de Israel jamás han sido religiosos o culturales, lo que demostraron las Guerras posteriores al establecimiento como país es que sólo buscaban la expansión territorial en oriente próximo y ser la cabeza de playa del imperialismo frente, primero, al socialismo-panarabismo y luego contra los pueblos que no se someten a los intereses del capital monopolista transnacional.

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