Cuba: Guerra Híbrida
Y la mata sigue dando
Han pasado poco más de medio año desde que el imperialismo norteamericano realizó una nueva envestida contra el pueblo cubano que sigue y se mantiene de pie ante el bloqueo económico y a pesar de los golpes y hostigamiento la revolución cubana sigue de pie y firme. Publicamos este artículo pues independientemente del tiempo transcurrido sabemos que es necesario seguir explicando la necesidad de luchar contra el imperialismo y mantenernos organizados ante las embestidas de EU.
El 11 de julio comenzó en Cuba una jornada de movilizaciones y protestas, la cual se viralizó inmediatamente en los medios hegemónicos, los cuales, por supuesto, no tuvieron la menor intención de proporcionar la información necesaria para entender cual había sido la razón que la desencadenó, sin embargo, se sentía que algo raro había detrás de toda esa conmoción social. Es evidente que la pandemia llevó desestabilización social, económica y anímica a esa nación ¾como a todas las demás¾, y no negamos que haya podido ser una protesta social por un justo reclamo, pero lo que sí detona las dudas es la forma que ha tomado a lo largo de estos meses y el tratamiento que los medios hicieron de de la misma.
Esa misma semana el periódico cubano Granma nos advierte: “Durante los últimos días de junio, ya bajo el Gobierno del presidente Joe Biden se incrementó con fuerza en las redes la campaña de miedo y satanización, el Grupo Operativo de Internet sincronizó a todo el arsenal de medios, sitios y sicarios digitales creados o comprados, para una campaña sucia contra Cuba”.
No fue, como quisieron hacernos creer, un grupo en Facebook el que promovió los sucesos del 11 de julio en San Antonio de los Baños. Fue una acción planeada desde afuera que requirió de mucho dinero, tecnología de punta y organización; es decir, no fue un suceso aislado y espontáneo del pueblo cubano, sino una acción dirigida al corazón de la Revolución cubana. La guerra comunicacional contra Cuba fue feroz. Las operaciones que dispusieron incluyen cuentas con perfiles verdaderos y falsos, influencers, medios hegemónicos de comunicación, organizaciones no gubernamentales (ONG) y una masa de personas radicadas en Miami quienes destilan odio.
El Partido Comunista de Cuba y el gobierno adjudicaron las protestas a “provocaciones orquestadas por elementos contrarrevolucionarios, organizadas y financiadas desde Estados Unidos con propósitos desestabilizadores”. Mediante la llamada Guerra Híbrida ¾una nueva forma de guerra que combina el bloqueo financiero y comercial, el desabastecimiento selectivo de productos, la inflación inducida por los capitales externos y sus súbditos de la oligarquía local, la guerra mediática internacional y actos terroristas focalizados¾, la administración de la Casa Blanca utilizó mecanismos digitales para desequilibrar los procesos que se van dando en la isla. Así, adaptándose al escenario digital, el imperialismo sigue con su estrategia de golpes blandos contra gobiernos que no se dejan adoctrinar ni manejar. Sabemos que esta guerra no cesará, lo sabe bien el pueblo cubano, por eso Cuba sigue usando las armas de la moral y la verdad para defenderse de una nueva embestida.
Bruno Rodríguez, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, compartió una línea de tiempo interesantísima donde se puede ver la confabulación entre los sectores de poder norteamericanos y las redes de propaganda que hicieron que una protesta local se convirtiera en un acontecimiento internacional. Entre la propaganda, destacan la publicación de noticias falsas (fake news), el lanzamiento de una campaña llamada #SOSCuba, para contrarrestar el apoyo internacional que busca poner fin al bloqueo económico estadounidense contra la isla, y la incitación a la población a manifestarse en las calles y a enfrentar a las autoridades gubernamentales. A la par, a través de las más diversas plataformas, se hicieron llamamientos a una intervención militar norteamericana al país, se atacó a los servidores de los principales medios de comunicación y sitios web del gobierno cubano, y se difamó al sistema de tribunales al acusar al gobierno de violar el debido proceso de los detenidos que realizaron acciones violentas durante las manifestaciones.
Otros hechos que expuso el ministro fueron las presiones ejercidas por la Casa Blanca sobre países latinoamericanos y de Europa del Este para que firmaran una declaración condenando a Cuba por la respuesta a los disturbios del 11 de julio; la aparición de una flotilla militar desde la Florida a modo de provocación, y una amplia cobertura a la situación sanitaria del país en el momento más complejo de la pandemia, con el fin de acusar de incapaz al gobierno de afrontarla.
Lo último registrado en esta cronología es la denuncia realizada el 25 de agosto por el portal estadounidense Mint Press News, donde se publicó una investigación sobre los esfuerzos de una ONG tapadera de la CAI: Creative Associates International (CAI), que implementa técnicas de guerra blanda destinadas a generar un cambio de régimen en la isla. CAI es una de las organizaciones no gubernamentales más grandes y poderosas que operan en cualquier parte del mundo: Un pilar del poder de Estados Unidos. Esta ONG ha sido la arquitecta en la privatización del sistema educativo iraquí; diseñó aplicaciones de mensajería destinadas a derrocar al gobierno de Cuba; sirvió como un grupo de fachada para la infame fuerza mercenaria de Blackwater (ahora rebautizada como Academi), y se puso en contacto con los escuadrones de la muerte de la contrarrevolución en Nicaragua. Como tal, ha funcionado como “tanto un instrumento de política exterior como una manifestación de un proyecto imperial más amplio”, en palabras del profesor Kenneth Saltman de la Universidad de Illinois, Chicago.
Por su parte, el sociólogo Alan MacLeod afirma que en “el mundo actual, el gobierno de los Estados Unidos no utiliza únicamente métodos abiertamente violentos (guerras, invasiones, golpes de estado, entrenamiento de escuadrones de la muerte nacionales, etc.) para lograr un cambio de régimen; también utiliza las llamadas técnicas de ‘poder blando’ ¾la formación de líderes, [el cambio de paradigma en] la educación, la coerción económica, etc.¾ para mantener un control hegemónico sobre el mundo. Y Creative Associates International es una parte crucial de ese sistema, actúa esencialmente como un gobierno semiprivatizado en muchos países, supervisando los sistemas de educación y salud, los servicios de seguridad y la gestión local. También proporciona una amplia gama de servicios clandestinos: espionaje, inteligencia y operaciones de cambio de régimen”.
En pocas palabras, se trata de un teatro de operaciones que ya vivimos y que vamos a seguir presenciando, tristemente. Cuba, como otros tantos países, tiene dificultades económicas, sociales, etcétera, pero no hay que olvidar que Cuba sufre un bloqueo económico de más de 60 años por parte de Estados Unidos, y que a pesar de esto ha resistido con dignidad y es ejemplo en América Latina y el mundo. Un país que no necesita ¨ayuda humanitaria¨ de aquellos que lo vienen sofocando económicamente y moralmente desde hace más de 60 años. Cuba es el Norte para nuestros pueblos colonizados y explotados que luchan desde abajo por una vida más justa y por el socialismo.
Y en este camino de lucha, nos queda seguir escuchando a Fidel Castro: ¨Proclamemos al mundo con orgullo este récord que nos hace acreedores al más justo de los reclamos: que se respete el derecho a la vida y a la sana alegría de nuestra Patria. Por ese derecho lucharemos hasta la muerte”. Para los cubanos, hace más de un siglo, Martí lo proclamó: ¡Patria es humanidad!
Silvina Pachelo