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¿El fin de la noche neoliberal?

¡No te dejes engañar!

Ya son tres años de gobierno, tres años de algunos cambios políticos y económicos y, como ya parece tradición en los gobiernos “progresistas” de nuestro continente, las políticas antineoliberales “radicales” se van atenuando. Conforme pasan los años y aumenta la ofensiva de la burguesía trasnacional, el sentir pequeñoburgués que “tiende la mano” a los trabajadores para recuperar sus derechos se limita y se da cabida a cada vez más intereses empresariales. La conciliación con los empresarios avanza, las cámaras empresariales se suman a los grandes proyectos de infraestructura, los terroristas de Estado se mantienen en la impunidad e, incluso, la lucha contra la corrupción no da los resultados necesarios y ahí siguen tranquilos los grandes evasores fiscales o quienes entregaron nuestros recursos nacionales a cambio de millones de dólares.

Por eso es necesario preguntar una vez más: ¿qué es el neoliberalismo? ¿Qué significa terminarlo en los hechos? ¿Cómo luchamos contra él?

En resumen, el neoliberalismo se caracteriza por la reducción del Estado en la producción de mercancías y control de los servicios públicos, siendo sus principales políticas: la apertura incontrolada de mercados, la desregulación o eliminación de cualquier control sobre el capital extranjero, la privatización de empresas estatales e instituciones de servicios públicos, la reducción de gastos sociales, la lucha prioritaria contra la inflación, la flexibilidad laboral y el desmantelamiento de las organizaciones sindicales, así como la militarización de la vida social.

Haciendo un breve repaso, podemos decir que aún continua esa apertura de los mercados y no se ha regulado el capital extranjero en lo general, salvo en “evitar la corrupción”, como el caso de la industria eléctrica, siendo la reforma de aduanas la más importante en este aspecto. No se ha incrementado la privatización y tampoco se han recuperado industrias privatizadas, aunque se ha impulsado cierto desarrollo estatal en materia energética y se revisan contratos con empresas multinacionales del rubro.

No hay reducción en gasto social y se ha aumentado el número de apoyos y becas; se ha limitado en el papel la flexiblidad laboral, aunque se han mantenido la subcontratación, el apoyo y la negociación con sindicatos charros, así como la violación a derechos laborales de los trabajadores del Estado.

Con esto, de manera muy sucinta, podemos decir que el gobierno actual no ha terminado con el neoliberalismo y sólo lo ha limitado en algunos aspectos, pero que ni eso quiere la burguesía trasnacional.

El resultado de las pasadas elecciones es una muestra de esta lucha intestina en la clase burguesa trasnacional y la pequeñaburguesía que se pliega día con día a sus intereses. De las contradicciones interburguesas se tiene como evidente el pleito entre diferentes partidos, siglas y colores… con los mismos intereses.

Mostraremos, con ejemplos muy concretos, cómo la parte neoliberal del Morena es la que ha ganado terreno y cómo, bajo la sombrilla de la 4T, ha posicionado a sus lobos vestidos de oveja para garantizar que de nuevo venga lo más rapaz del neoliberalismo.

Analicemos quiénes son los gobernadores que ganaron por Morena (ya que los otros de cajón son neoliberales):

Baja California: Marina del Pilar, abanderada del actual gobernador Bonilla (vocero de los intereses de los empresarios manufactureros), aunque ahora alejada de éste, después del escándalo de su intento de aumentar su mandato. Del Pilar es parte del grupo político de Mario Delgado.

Baja California Sur: Víctor Manuel Castro Cosío. Viejo trotskista que participó en la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y quien entrara a la política electoral con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para después fundar el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Podría considerarse obradorista.

Campeche: Layda Sansores. De los rostros más conocidos de la izquierda electoral que ha tenido su paso por diferentes cargos, también es mediana empresaria. Parte del agrupamiento político de Claudia Sheinbaum.

Colima: Indira Vizcaino, de los actuales ganadores tal vez sea la más abiertamente antineoliberal.

Guerrero: Evelyn Salgado, después del escándalo de su padre por casos de violación de propias militantes de Morena, Evelyn quedó como candidata. Representa un modelo de esquema corporativo, que seguramente seguirá algunas directrices federales, pero también es un sector aliado a Mario Delgado.

Michoacán: Alfredo Ramírez Bedolla, impuesto por Mario Delgado después de quitar a Raúl Morón, político que ha sido solidario con las organizaciones populares.

Nayarit: Miguel Ángel Navarro, el más neoliberal de los candidatos. Fue impuesto por Ricardo Monreal e incluso la propia base de Morena se movilizó en su contra.

Sinaloa: Rubén Rocha, viejo político de la izquierda electoral. Viene del Partido Socialista Unificado de México, y luego pasó al PRD para finalizar en Morena. Es aliado de Obrador desde hace años y actualmente también es cercano a Ricardo Monreal.

Sonora: Alfonso Durazo, político de oficio que ha transitado por todos los partidos y se ha acomodado en todos los gobiernos. Para nada podemos decir que sea antineoliberal.

Tlaxcala: Lorena Cuellar, parte del agrupamiento político de Ricardo Monreal.

Zacatecas: David Monreal, candidato impuesto por su hermano, Ricardo Monreal.

En otros números de FRAGUA hemos dicho que Ricardo Monreal es una de las voces de los empresarios en Morena, ya que él mismo es un burgués que tiene grandes extensiones de tierra. De manera cínica ha dicho que él “está feliz con el lugar que ocupa ahora”, y claro que lo está, pues después del descalabro en la CDMX todo el mundo se le fue al cuello a Mario Delgado y Monreal sólo quedó sonriendo desde las sombras.

Con esto ¿podemos decir que el Morena es antineoliberal? ¿Que los gobiernos estatales serán antineoliberales? ¿O simplemente que hubo un acomodo de siglas donde ganó la parte más neoliberal y los bastiones antineoliberales quedaron muy reducidos?

Si bien aún no inician los mandatos, podemos decir, basados en hechos materiales, que las elecciones fueron ganadas por quienes, en voz de Raúl Morón, “quieren mantener sus privilegios”, es decir, de los voceros de los explotadores en el partido en el poder.

Frente a esto, ¿qué hacer? Continuar con la amplia campaña de difusión acerca del significado del capitalismo, del neoliberalismo, de acabar con él en los hechos, de recuperar los bienes nacionales y las industrias privatizadas, de tener una seguridad social que realmente cubra a la totalidad de la población, de recuperar las tierras para quien las trabaja.

Debemos entender que la única garantía de un gobierno antineoliberal será la lucha del pueblo de manera organizada, libre de las ataduras de los burgueses y con objetivos claros: terminar con neoliberalismo de raíz, destruir el capitalismo y construir la democracia popular y el socialismo.

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