Lucha por la humanidad y el planeta
La crítica a los agrupamientos burgueses y pequeñoburgueses que dicen representar los intereses del pueblo trabajador y explotado está hecha; pero ahora nos toca el momento de expresarle al pueblo nuestra autocrítica y plantearle lo que a nuestra consideración es nuestra tarea inmediata como parte de los agrupamientos políticos que somos realmente proletarios.
Para iniciar, debemos partir de un hecho comprobado día con día: “El poder económico de la clase burguesa que se funda en la propiedad privada sobre los grandes medios de producción es el fundamento de su poder político, es el fundamento del poder que se expresa por medio del Estado y del conjunto de sus instituciones que lo conforman, es por ello que pretender separar el poder económico del poder político es imposible si no se despoja de los grandes medios de producción a los burgueses como clase. Limitar la explotación, la extorsión y el robo de algunos burgueses no debilita a la clase burguesa en su conjunto, por el contrario, fortalece a ciertos grandes burgueses que se benefician de la ‘desgracia’ de otros integrantes de su clase y les permite fortalecer a sus grandes monopolios”, como se indica en la Editorial de fragua 57, septiembre de 2020.
El evento ocurrido el 3 de mayo cerca de la estación Olivos de la línea 12 del metro evidenció que el poder económico y el poder político son inseparables. Si hay que hacer justicia, empresarios y funcionarios deberían ser enjuiciados y condenados por sus respectivas responsabilidades en la muerte de 26 hijos del pueblo. Pero desenredar esa madeja de intereses es imposible en el capitalismo. Ni siquiera existe la intención de hacer justicia y así podemos ver salir tranquilamente a Carlos Slim Helú de Palacio Nacional y escuchar al presidente decir que hay disposición de arreglar esa línea del metro en menos de un año.
Pero ¿quién o quiénes serán responsables por las vidas perdidas? ¿Quién o quiénes serán despojados de sus medios de producción por importarles más las ganancias que la vida?
Frente a estos hechos y frente a todo el desarrollo de las pasadas elecciones, observamos y concluimos que hace falta hacer crecer y fortalecer la alternativa de la lucha popular independiente por la democracia popular y el socialismo.
Nuestra principal responsabilidad es la falta de creatividad y audacia para llevar a miles de personas nuestras propuestas políticas. Ojo: a miles de personas, pues si bien lo hemos hecho, no lo hemos podido hacer con la amplitud que el momento histórico nos exige. Y en ocasiones no hemos podido trasformar la simpatía por nuestros planteamientos y lucha en colaboración permanente y en integración a nuestras filas.
Existen razones importantes en esta falla, algunas que podemos modificar y otras que no dependen de nuestra voluntad superarlas; pero hablemos de nuestras fallas y la razón fundamental de las mismas: la falta de compañeras y compañeros que dediquen su vida entera a arrancar de raíz el neoliberalismo, de superar el capitalismo al mismo tiempo que se construye la democracia popular y el socialismo.
Así es, y construir compañeros organizadores populares en todo momento y para toda la vida no es una labor cuyos resultados se vean de la noche a la mañana. Día con día avanzamos hacia este objetivo, pero no todos y no parejo, pues en este proceso de construirnos como organizadores populares damos una batalla contra las ideas y formas de vida burguesas y pequeñoburguesas con las cuales fuimos formados que hay que arrancarnos de la piel…
Lo que para algunos compañeros puede ser intrascendente, para otros es “un salto mortal”. Ser organizadores populares nos exige tanto madurez emocional como madurez política y estamos en el esfuerzo de alcanzar nuestras metas para responder a las necesidades organizativas y de nuestro pueblo. Creemos que, si lo logramos, avanzaremos y seremos elementos de proletarización de la conciencia de miles de hermanos de clase.
Cada compañera, cada compañero tiene sus propias metas y retos, pero no debe olvidar que las metas y objetivos que tenemos como organización son los de la clase proletaria, son los que colectivamente hemos decidido en función de superar la explotación y la opresión a la que nos somete la burguesía y la pequeñoburguesía que, vacilante y timorata como históricamente ha sido, ayuda a reforzar al inclinarse por lo más reaccionario y conservador al no ver a una clase proletaria fuerte, combativa y vigorosa.
En cada compañera y en cada compañero se debe forjar la decisión de ser parte del proletariado que lucha y resiste; si bien no todos podremos dedicarle todo nuestro tiempo y nuestra vida, sí podemos dedicarle a la lucha nuestro mejor esfuerzo y el tiempo necesario para ser el apoyo de quienes desarrollan otras tareas o actividades.
Todo esfuerzo, todo tiempo y recurso es necesario; todo esfuerzo, todo tiempo y recurso dado al proceso organizado nos ha permitido continuar nuestras tareas y actividades; pero hoy se trata de juntar fuerza, conciencia, experiencia, conocimientos y valor para seguir dando saltos, pues si criticamos al oportunismo y a la pequeñaburguesía vacilante de falta de entrega al pueblo y a sus luchas, nosotros no podemos ser iguales que ellos.
Compañeras y compañeros integrantes y colaboradores, la realidad económica y política nos exige un mayor esfuerzo, madurar; nos exige más compromiso, y ser lo que le exigimos ser a otros cuando el pueblo se enfrenta a la impunidad, a la injusticia, al abuso, a la explotación y a las mentiras. Al proletariado consciente nos toca, por vía de los hechos, enterrar el neoliberalismo y arrancar de raíz el capitalismo para hacer florecer la democracia popular y el socialismo.
Cada camarada nacido en el pueblo trabajador y explotado, cada camarada que marcha con nosotros después de su jornada de trabajo o asumiendo las consecuencias de faltar al mismo, todos y cada uno de quienes reparten el fragua, que asisten a un curso, que invitan a un compañero a luchar o a estudiar, cada vínculo político que construimos y forjamos luchando contra las ideas dominantes de la burguesía… todas estas actividades son necesarias para avanzar, pero también es necesario dar más tiempo a esta lucha; es necesario dar nuestras mejores cualidades, capacidades y virtudes, porque cambiar el mundo nos lo exige y porque lo hacemos por la humanidad entera y el planeta mismo.
¡Luchar, luchar con dignidad, con el pueblo organizado, luchar hasta vencer!
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