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Ofensiva neoliberal, más ganancia para la burguesía

La ofensiva que diferentes agrupamientos burgueses abiertamente neoliberales sostienen en contra de los tibios intentos de trasformación de algunos aspectos de la vida política y económica en México es, en esta época electoral, más evidente por el aumento de su intensidad y por sus triunfos.

Quien de verdad siga pensando que el neoliberalismo se termina por decreto debe enfrentar el hecho de que no es verdad y el hecho de que sólo la democracia popular y el socialismo son una alternativa real, efectiva y duradera en contra del capitalismo y sus males.

Quien siga pensando que Morena es un agrupamiento político que representa los intereses históricos del pueblo trabajador y explotado, capaz de dirigir la lucha de clases del mismo y de dar una alternativa correcta a los anhelos de lucha del pueblo se autoengaña o pretende engañar a sus compañeros.

Cuando se anunció en 2018 el término del neoliberalismo sin transformar las instituciones que habían participado en su sostenimiento se despertó una ilusión que hoy el Instituto Nacional Electoral (ine) ha roto con sus decisiones, esa misma institución del Estado que avaló fraudes y corruptelas, hoy golpea a quienes considera enemigos de la continuidad del neoliberalismo y “mata” sus sueños de ser candidatos a puestos de gobierno.

Pero los neoliberales no sólo se encuentran en el ine, también tienen su fortaleza en el poder judicial de la federación y de los estados, ahí están los jueces que amparan a las empresas trasnacionales que se oponen a perder las ganancias que gracias al neoliberalismo disfrutan, ahí están los jueces y magistrados que retrasan la justicia para los detenidos desaparecidos, para Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, quienes este mayo cumplen catorce años de estar en esa condición.

En el poder judicial están los jueces y magistrados que no dan justicia al trabajador despedido, subcontratado, explotado, ahí están quienes tienen decenas de miles de casos de trabajadores sin avanzar, mientras la explotación y la impunidad de los patrones sí lo hace.

La ilusión de que la lucha contra el neoliberalismo se combatiría desde el mismo gobierno es destruida todos los días por la alta burocracia que reproduce las relaciones de trabajo que mantenía con sus subordinados en los mejores tiempos del neoliberalismo: jefes(as) que hostigan al trabajador, que lo explotan sin miramientos, que amenazan con despidos y castigos salariales, que en nombre de la cuarta transformación acosan e impiden la formación de sindicatos.

Pero los neoliberales no descansan, como no lo hace la burguesía, y ahora toma Morena “por asalto” y se queda con las mejoras posiciones dentro y fuera de las estructuras, cierto que enfrentan la crítica y los esfuerzos tibios y dispersos de la oposición, pero ¿qué tan fuerte puede ser esa oposición si a final de cuentas llama a cerrar filas y a dejar la autocrítica para después?

Así mientras los neoliberales atacan los empresarios aumentan su riqueza, vaya “coincidencia”: Carlos Slim supervisa junto con el presidente el tramo del tren maya que le fue adjudicado a su empresa, pero no dice nada del fraude que su empresa inbursa cometió al cobrar al gobierno federal millones de pesos por el funcionamiento de penales federales; Germán Larrea dueño de Grupo México no entrega los cuerpos de los mineros sepultados en Pasta de Conchos, Coahuila y no atiende la contaminación ambiental que sus empresas han dejado en los ríos de Sonora por derrame de desechos tóxicos. Ah… pero su fortuna creció en 2020 un 146.5% y recuperó el segundo lugar como el hombre más rico de México con una fortuna de 27 110 millones de dólares.

El neoliberalismo terminó, pero según una revista que escriben para presumir la riqueza de los más ricos, en México trece grandes millonarios concentran el dinero equivalente al 11% del Producto Interno Bruto y Carlos Slim Helú es dueño de 136 mil 300 millones de dólares.

Siendo así ¡que se termine el neoliberalismo… por decreto!, pues los dueños de los grandes medios de producción, quienes fueron autores intelectuales y materiales de la aplicación del neoliberalismo en el país, beneficiarios directos del terrorismo de Estado, de la corrupción y corruptores de todo lo que tocan, se hacen cada día más ricos.

¿El presidente tiene a los neoliberales “contra las cuerdas”? Para nada, esta es una ilusión que muchos militantes de base de Morena expresan porque se dan cuenta de las resistencias de estos en contra de varias medidas que el presidente ha tomado y de los beneficios inmediatos en la población que dichas medidas tienen.

Nos toca explicar que es verdad que hay resistencias, que es verdad que hay neoliberales inconformes, que hay contradicciones secundarias; pero que mientras la gran burguesía siga aumentando sus ganancias en detrimento de las condiciones materiales y vida del pueblo trabajador, mientras la gran burguesía mantenga la propiedad de los grandes medios de producción con decretos o sin decretos, la explotación, la opresión y la represión serán una expresión de su dominación económica y política contra el resto de la población que no pertenece a la burguesía y en este sentido es que la gran burguesía trasnacional determina, a pesar de las contradicciones que existen con el representante del ejecutivo, lo esencial de las decisiones del Estado mexicano.

Luchar de verdad contra el neoliberalismo es luchar contra la clase burguesa trasnacional y el capitalismo, luchar contra el neoliberalismo es luchar por la democracia popular y el socialismo; luchar contra el neoliberalismo es mantener la independencia ideológica, política y organizativa de los agrupamientos proletarios, de otra manera toda lucha es una ilusión que el tiempo y los hechos se encargarán de sepultar.

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