Reflexión consecuente: un error que superar y el oportunismo
Nuestro trabajo de agitación, propaganda y organización se debe adaptar constantemente a la condiciones políticas, sociales y económicas, ese principio tuvimos que aplicarlo en época de pandemia, porque a las condiciones antes mencionadas tuvimos que agregar la condición sanitaria.
Hubo ciertas modificaciones en cómo realizábamos nuestro trabajo; pero cometimos un error que es necesario mencionar para aprender de éste y no volver a repetirlo bajo ninguna circunstancia: nos alejamos en ciertos momentos y lugares de nuestra base política.
Aunque este error duró poco tiempo y lo corregimos, es necesario decir que la causa principal fue nuestra falta de creatividad, porque no pudimos adaptarnos rápidamente a las nuevas circunstancias con la idea de que: sin importar si nos separábamos de nuestra base política debíamos realizar nuestras actividades.
Siempre es loable hacer nuestro mejor esfuerzo para cumplir con las actividades organizativas necesarias en todo momento, pero cuando esas actividades las realizamos alejados de nuestra base política, sin hacer el esfuerzo de incorporarla de alguna manera, se convierte en un error.
Nos volvemos así un elemento abnegado y activo, pero aislado de las masas y sobre todo de nuestra base política. Este error lo podemos corregir si hablamos con nuestras compañeras y compañeros, si exponemos de manera sencilla y paciente las necesidades políticas y las actividades que de éstas se derivan y si proponemos cómo puede participar cada persona en su solución práctica o si dejamos que ellos nos digan cómo pueden participar para solucionar colectivamente las necesidades políticas del momento.
Debemos incorporar a la realización de todas nuestras actividades al mayor número posible de nuestras relaciones políticas, esa es la garantía de no quedar aislados bajo ninguna circunstancia.
¿Por qué es de vital importancia esta reflexión? Porque a las condiciones sanitarias, en este momento debemos sumar la ofensiva del oportunismo en contra del movimiento independiente y la presencia en medios de parte de los agrupamientos burgueses que están golpeando políticamente al actual régimen.
El oportunismo político, como siempre, busca el origen de la protesta y de sus formas en el propio movimiento independiente y no en el carácter burgués o pequeño burgués de las medidas adoptadas por los gobiernos; y prefiere acusar al movimiento independiente de “provocador” para no exponer su carácter represivo o el antipopular y pro imperialista del gobernador Silvano Aureoles Conejo, así como no exponer que la empresa Kansas City Southerne es beneficiaria del neoliberalismo gracias a Zedillo o que los intereses económicos trasnacionales pesan más que las causas justas de la movilización estudiantil, magisterial y popular, por poner algunos ejemplos.
¿Por qué pretender aislar al movimiento popular y no exponer a los burgueses que se han beneficiado de la represión del mismo?
¿Por qué no decir la verdad? Qué el gobierno de Michoacán es responsable inmediato, el origen de la problemática social en el estado y que la intervención de la Guardia Nacional, lejos de garantizar los derechos del pueblo, garantiza los privilegios de la burguesía trasnacional, en este caso en específico.
El oportunismo político de quienes se disfrazan de luchadores consecuentes pretende aislar políticamente al movimiento independiente para garantizar su anhelo de ser gobierno, de ser los próximos candidatos a las diputaciones, presidencias municipales y puestos de gobierno estatal y federal para garantizar su subsistencia. Estos personajes, lejos de ser los impulsores de la transformación profunda de la realidad injusta, son vividores del erario público que pretenden mejorar su posición económica y alzan el dedo a los grandes empresarios para ser elegidos como los guardianes fieles de sus intereses.
El principal objetivo (que no el único) de los ataques del oportunismo en este momento son los profesores de la sección XVIII del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)-Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) “Poder de Base”, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) y los normalistas de Michoacán que luchan por plazas de trabajo. Para todos ellos nuestra solidaridad, porque las causas que los motivan a protestar son justas, y entre la justicia y la legalidad que viola los derechos humanos del pueblo trabajador y explotado estaremos siempre del lado de la justicia popular, aunque el oportunismo continúe en su esfuerzo de aislarnos.
Del otro lado del oportunismo, pero siempre de la mano, tenemos la movilización más mediática que real de los agrupamientos burgueses contrarios al actual gobierno, éstos son otro elemento que de manera secundaria busca aislar al movimiento independiente. Secundaria porque no es su intención principal, pero su actividad nos puede afectar si no nos diferenciamos claramente de las formas y el contenido de nuestra protesta, pues el riesgo es que frente a un amplio espectro de la población nos confundan y piensen que somos lo mismo. No se trata de renunciar a nuestras formas y menos al contenido de nuestra actividad política, sino de ser creativos para no dar el flanco ni facilitarles aislarnos a los agrupamientos políticos no proletarios.
Constancia, tenacidad, firmeza, creatividad… el momento político nos exige mayor capacidad para enfrentar a quienes pretenden sepultar a las fuerzas proletarias o pretenden aislarlas políticamente para facilitar su persecución y desarticulación. No podrán lograrlo, como no pudieron hace décadas con lo que se llamó la “apertura democrática”, ni cuando aprovecharon la orfandad ideológica de quienes fueron derrotados por la caída del campo socialista a principios de los noventa del siglo pasado. No podrán, a pesar de que muchos de los insignes representantes del oportunismo y de la represión política hoy sean parte del gabinete de este gobierno federal y de muchos estados.
A continuar con nuestra labor de agitación, propaganda y movilización ampliándola lo más posible, explicándole paciente y tenazmente a la población nuestras ideas, nuestras demandas, la justeza de las mismas y de nuestras formas de protesta.
¡Terminar con el neoliberalismo de raíz para construir el socialismo!
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la Editorial del No. 58 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), octubre, 2020.
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