Testimonio: Trabajadora de la Universidad Autónoma Chapingo despedida injustificadamente
Te llamaron, estás sentado en la oficina del jefe, ya sabes lo que va a pasar, un sentimiento de incertidumbre, el miedo se apodera de ti….ya sabes que te van a despedir, no sabes porque, no faltabas al trabajo, llegabas temprano, entra el jefe y te confirma que efectivamente desde ese momento ya no tendrás trabajo, tu cabeza se llena de preguntas ¿Qué vas a hacer? ¿Tienes que pagar la renta, la luz, el agua, etc.?. Luego viene el coraje, porque te corrieron sin dar una razón evidente, pero simplemente seguimos, y empezamos a buscar otra chamba. sabes en tu interior que algo no está bien, que no te dieron ni liquidación, ni las gracias, no tenías contrato, tu jornada de trabajo rebasa las 8 horas y así podemos enlistar una serie de irregularidades.
Tienes dos opciones: seguir con tu vida, buscar otra chamba y darte cuenta, y la ota que es la más difícil es decidir luchar por que respeten tus derechos laborales y organizarte para que empiecen a cambiar las cosas, dar ese paso para cambiar la estructura económica en la que vivimos; yo Nayeli Belegui Solis Monfil, decidí seguir el segundo camino, soy miembro de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular, entre a trabajar en la Universidad Autónoma Chapingo en 2021, una amiga dejaba el trabajo por motivos personales y me ofreció entrar, me explico las actividades que iba a realizar, mis horarios y la forma en la que me iban a pagar.
La primera red flag fue que no me dieron un contrato, por lo que di por sentado que no iba a tener acceso a los mismos derechos que los trabajadores de base de la Universidad. Al segundo día me acerque al área administrativa para que me explicaran como era el procedimiento para el pago, ahí me explicaron que la forma en que me iban a pagar era a través de una figura conocida como “Pago por jornales”, que se metían en un formato de requisición, donde en un cuadro se colocaban las actividades que realizaba, el salario y mis datos bancarios para transferirse mis pagos.
Al inicio yo solo estaba en el área secretarial de la subdirección del Centro de Educación Continua, pero a falta de personal (varios trabajadores aun no regresaban por pertenecer a los grupos vulnerables) empecé a colaborar en otras áreas, con ello mi jornada se amplió. Así que me asignaron el horario discontinuo, que es de 9 a 2 de la tarde y de 5 a 7, aunque a veces las jornadas se extendían hasta las 9 de la noche. Aun así, mis pagos tenían retrasos, me pagaban hasta quince días después. Termina el 2021 y efectivamente no me dan aguinaldo, solo las vacaciones. ¿Cuántas red flags vamos contando?
En agosto se inicia un proceso bastante complejo en la Universidad, que lleva a los estudiantes a tomar las instalaciones, por todo lo turbio que había, todo esto desemboca en la destitución del entonces rector José Solís Ramírez, se nombran nuevas autoridades, quienes empiezan a entrar a las oficinas rompiendo puertas y pidiendo al personal que se presentara a trabajar. Cuando nos avisan que el CEC se encontraba abierto, yo me presento, junto con otros compañeros que estábamos contratados de manera similar.
Me presento ante la nueva funcionaria, la Lic. Heidy Selene Luna Hernández, le explico mis funciones, como estaba contratada, al escucharme, me comenta que la manera en la que estaba contratada no era la forma adecuada, por lo que me pedía que regresara al día siguiente para darme una propuesta consensuada entre la Dirección General Académica (DGAc) , la Unidad Jurídica de la Universidad y el CEC, para ver si era posible generar un con contrato de 5 meses. Otros tres compañeros contratados de la misma manera fueron reinstalados de inmediato…. ahí supe que me iban a correr.
Regrese al otro día para preguntar qué habían decidido, en ese momento la nueva subdirectora me dijo que ya no necesitaba que siguiera laborando, en eso momento yo comenté que estaba bien, pero que requería que se me pagarán los tres meses que no me habían pagado, además de una liquidación, puesto que ellos son los que decidieron terminar la relación laboral, la respuesta no me sorprendió, me dijo que al no tener un contrato, para la Universidad no existía, por lo que no era acreedora a esos derechos.
Ahí empezó el desfile de buscar a diferentes funcionarios de la Universidad, al entrar en cada oficina y comentar lo que pasó, veía la caras de los funcionarios, parecía que me escuchaban pero simplemente me decían que eso se resuelve en el CEC, cuando se planteó el caso y las intenciones de demandar si no se procedía a pagar los tres meses que se me debían, el Director General Académico el Dr. Montalvo, de quién depende el CEC, solo dijo que si se quería demandar, estaba bien, que estaba en mi derecho porque él no iba a hacer nada.
Pocos días antes de que se terminara el plazo para solicitar una conciliación con la Universidad, en los nuevos centros de conciliación, decidí iniciar el proceso de luchar por los derechos laborales, cuando nos despiden, es muy común seguir, buscar otra chamba, porque sabemos que quien no trabaja no come, pese a que pertenezco a la OLEP, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de mí, me invadió la duda de si demandar o no, entre las razones era porque cuando era estudiante de la universidad, escuchabas como profesores y trabajadores, hablaban de forma despectiva de quienes demandaban a la Universidad, frases como, ya mamaron siendo estudiantes y quieren seguir lastimando a su alma mater, personas malagradecidas, entre otras, sin embargo, se que no es así, la Universidad viola derechos laborales, contrata a personal por debajo del agua y esperan que solo por amor a los toros salvajes, agachemos las cabeza y dejemos pisotearnos.
La demanda ya está, no hay vuelta atrás, mi situación es similar a muchas otras, dónde las dependencias públicas, llámense universidades, institutos, programas sociales, etc. contratan a cientos de personas bajo figuras como becario, recibo por honorarios, por proyecto, pago por jornales, etc, cualquier nombre sirve para negar la relación obrero patronal y así no dar derechos laborales a los trabajadores, esto en tiempos de la 4T siguen pasando, se trata de prácticas neoliberales que se repiten una y otra vez en todo el país,. para la OLEP no se puede transformar si se niegan derechos laborales.
Si tu eres trabajador del gobierno (sin importar la instancia en la que estés) y lo que relaté te suena familiar, te invitamos a luchar contra estas practicas y políticas neoliberales que niegan a los trabajadores el acceso a una vida digna, te invitamos a que te contactes para iniciar juntos la lucha por ¡ Trabajo digno, Salario Justo y Seguridad social!