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Construir relaciones proletarias con el pueblo

Todos somos pueblo, quienes integramos y colaboramos con la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP) nacimos y crecimos dentro de la clase proletaria y somos pueblo; sin embargo, a causa del sistema económico social capitalista y la dominación de las ideas de la clase burguesa, el proceso de reconocernos como parte de la clase proletaria y de conocer nuestro papel histórico pasa por diferentes etapas.

Llegar al punto de reconocernos como la clase llamada a cumplir la labor histórica de derrumbar el capitalismo y construir el socialismo nos ha costado esfuerzo y sobre todo superar crisis resultado del choque de nuestras ideas burguesas y pequeño burguesas con las ideas proletarias que se abren paso como en un difícil y prolongado parto.

En este camino de ser una proletaria o un proletario consciente tuvimos que entrar en contacto con ideas avanzadas, este primer contacto ha revestido diferentes formas: como todo avanzó de lo simple a lo complejo, de una relación de amistad, laboral, escolar a una relación política; de una participación en actividades culturales o deportivas a la realización de actividades, con formas y contenidos proletarios; de juntarnos para solucionar necesidades inmediatas, pero también las que nos impone la lucha por el socialismo en beneficio de la humanidad entera.

Es importante reflexionar sobre nuestra experiencia individual y colectiva al llegar a estos 10 de lucha y de trabajo, pues la realidad nos llama a despertar en nuestros hermanos de clase la consciencia proletaria para fortalecer la lucha por la democracia popular y el socialismo.

En todo momento, sin separarnos de la solución concreta y colectiva de las demandas inmediatas del pueblo debemos avanzar en la lucha por reivindicaciones políticas que apuntalen la lucha para derrumbar el capitalismo.

Nuestra reflexión tiene por objetivo estrechar el vínculo con las masas, debemos encontrar el método a través del cual hagamos avanzar al pueblo en su conciencia política; esta reflexión tiene sentido si nos ayuda a ampliar el vínculo político con las amplias masas; si tiene por objetivo sistematizar las enseñanzas de 10 años de trabajo: aciertos y errores que hemos vislumbrado en nuestra actividad política y en el esfuerzo de ampliar y consolidar nuestra base de simpatizantes y de compañeros en la organización.

Antes de enumerar los aciertos y errores más importantes debemos expresar que nuestro trabajo de organización y formación política lo hemos realizado bajo un determinado contexto económico y político, en diferentes momentos de auge, estancamiento y reflujo del descontento social y de la movilización del pueblo, y que este contexto también determina en cierta medida el éxito o el fracaso de algunas formas de vincularnos políticamente al pueblo.

Dicho lo anterior enumeramos los que consideramos algunos aciertos y errores en estos años de trabajo.

Aciertos:

  1. Buscar de forma permanente la vinculación política con el pueblo por medio de enarbolar sus demandas más sentidas y organizarlo en torna a ellas.
  2. Impulsar la vinculación política por medio de la agitación y propaganda y del periódico FRAGUA.
  3. Elaborar, difundir y modificar de acuerdo a los cambios en el contexto económico y político el Programa Mínimo de Lucha como una bandera que unifique la lucha de amplios sectores sociales.
  4. Construir relaciones políticas en diferentes medios sociales: escuelas, fábricas, campo y colonias en diferentes estados de la república.

Errores:

  1. Ser poco flexibles al momento de establecer las relaciones con parte del pueblo y reducir la relación política a momentos de estudio, de lectura del periódico FRAGUA o a la participación en brigadas de agitación.
  2. Pensar que actividades culturales, deportivas o de convivencia no son parte de la relación política.
  3. No poder adaptarse a un medio diferente en el cual desarrollábamos nuestra actividad política: el estudiante no puede adaptarse a la fábrica, quién vive en una ciudad no puede adaptarse a otra, etc.
  4. Ser soberbios y menospreciar ciertos esfuerzos y actividades del pueblo que pueden ser el inicio de una relación política.

Hace tiempo en otra editorial de nuestro periódico planteábamos que la respuesta a nuestros errores está en el mismo trabajo con el pueblo y en el estudio profundo y cotidiano del marxismo leninismo, estos errores son hasta cierto punto normales, pues se pueden presentar cada que una compañero o compañero decide dedicar algún tiempo al trabajo organizativo, cuando alguien se propone incorporar a otros compañeros a la organización; lo que no estaría bien es que se conviertan en lo que determine nuestro método de vincularnos con el pueblo, sería un grave error querer hacer de nuestros errores virtudes y sobre todo no saber trasmitir la experiencia adquirida, pensada y sistematizada a otros compañeros que se van incorporando o de organización fraternas.

Reforzar los aciertos, disminuir los errores y avanzar en la lucha popular por la democracia popular y el socialismo, es la tarea de hoy y siempre.

¡Contra el despojo, la represión y la explotación; resistencia, organización y lucha por el socialismo!

Contacto:

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