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La lucha de clases en laproducción de café

Una taza amarga

En enero de 2022, pequeños productores de café de la región de Coatepec, Veracruz, bloquearon los accesos de una bodega de la empresa AMSA (Agro Industrias Unidas de México, filial de la empresa transnacional ECOM trading), ubicada en el Municipio de Ixhuatlán del Café, Veracruz, en protesta por el bajo precio en que se les compra el kilogramo de café. Los pequeños cafeticultores denunciaban que la compañía AMSA les venía imponiendo precios excesivamente bajos a su producto. El motivo de su descontento había sido un recorte de hasta seis pesos por cada kilogramo de café, lo cual generó una profunda indignación en los pequeños productores, pues mientras éstos exigían un precio justo de 17.50 pesos por kilogramo de café cereza, AMSA solo les pagaba el kilo entre 11 y 12 pesos.

En respuesta a las protestas, AMSA anunció un paro indefinido de actividades debido al bloqueo; esto hizo que la tensión fuese en aumento, pues con dicha medida se afectaba directamente la economía del pequeño cafeticultor, pues debe decirse que el café tiene un periodo específico en el que debe ser cortado o de lo contrario se echa a perder. En dicha protesta los cafeticultores pidieron el apoyo y la intervención del Gobierno Federal y del Gobernador de Veracruz, sin embargo, no obtuvieron respuesta favorable. En el quinto día de la protesta se incendió una bodega del beneficio de la empresa AMSA, los pequeños cafeticultores de inmediato se deslindaron de lo sucedido y denunciaron públicamente que quién había realizado dicho incendio era la trasnacional. Se levantó el plantón sin haber obtenido los cafeticultores acuerdo favorable alguno.

El 26 de mayo del presente año, los cafetaleros Cirio Ruiz González, Minervo Cantor Peña, Abraham Cabal Pulido, Crisanto Valiente Miramón y la exalcaldesa de Ixhuatlán del Café, Viridiana Bretón fueron detenidos y privados de su libertad, acusados injustamente del delito de “estragos” y de ser responsables del incendio en las bodegas de AMSA. El 31 de mayo de 2023 el juez de control del Distrito Judicial de Huatusco, Veracruz, rechazó las pruebas presentadas por la defensa, las cuales demostraban su inocencia, pruebas tendientes a demostrar que los acusados no se encontraban en el lugar de los hechos. Además, dictó la medida de prisión preventiva y vinculó a la y los acusados a proceso.

Ya en números anteriores del periódico Fragua hemos analizado como estas compañías monopólicas a través del Estado influyen en la toma de decisiones gubernamentales, promoviendo políticas públicas que favorecen sus intereses comerciales y su afán de ganancia. Mientras a las grandes trasnacionales dedicadas a la comercialización del café se les apoya con subsidios públicos millonarios, a los pequeños cafeticultores se les condena al olvido. Lo acontecido en Ixhuatlán del Café, Veracruz, expresa y revela un conflicto de intereses, o de lucha entre dos clases sociales, por un lado, la burguesía monopólica quien a través del Estado impone los precios y determina la producción y, por otro, la pequeña burguesía del campo, quien se ve afectada en sus intereses por el precio en que se le paga el café, fulminando toda posibilidad de obtener precios justos.

No se demerita la lucha de la pequeña burguesía del campo por obtener precios justos de su producto, y condenamos las injusticias que actualmente se cometen contra los líderes cafeticultores, sin embargo, la lucha emprendida por esta clase es una lucha económica, inmediata, que sólo busca favorecer sus intereses, y no los del pueblo en general, pues la verdad de las cosas es que en esta lucha de intereses los más afectados son los campesinos pobres, los desposeídos de todo medio de vida en el agro, los sin tierra, o también conocidos como “peones” quienes son explotados tanto por las trasnacionales como por el pequeño cafeticultor, al peón se le llega a pagar entre dos a 3 pesos el kilo, son sobrexplotados en el corte de café.

Las leyes del capitalismo tienden hacia la concentración de riqueza en pocas manos monopólicas, la pequeña burguesía del campo tiende a desaparecer y abandonar sus tierras o venderlas a los grandes terratenientes, la única salida es luchar por el socialismo, luchar por la colectivización de la tierra para que el fruto de ésta sea repartido de manera equitativa y justa a todo el pueblo, y para lograrlo es importante lograr la unidad popular, el pequeño productor del campo y el campesino pobre tienen un enemigo de clase en común: la burguesía monopólica trasnacional.

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