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El primero de mayo y los comunistas

Los revolucionarios de hoy

Obligados por las condiciones inhumanas de trabajo, las y los trabajadores buscaron organizarse en diferentes países, así, con el esfuerzo y sacrificio de decenas de integrantes de la clase trabajadora surge el 28 de septiembre de 1864 la Asociación Internacional de los Trabajadores (ait), cuyo manifiesto y estatutos redactó Carlos Marx, por común acuerdo.

“La conquista del poder político ha venido a ser, por lo tanto, el gran deber de la clase obrera. Así parece haberlo comprendido ésta, pues en Inglaterra, en Alemania, en Italia y en Francia, se han visto renacer simultáneamente estas aspiraciones y se han hecho esfuerzos simultáneos para reorganizar políticamente el partido de los obreros.

La clase obrera posee ya un elemento de triunfo: el número. Pero el número no pesa en la balanza si no está unido por la asociación y guiado por el saber. La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados.” Manifiesto Inaugural de la Asociación Internacional de los Trabajadores.

“La lucha por la emancipación de la clase obrera no es una lucha por privilegios y  monopolios de clase, sino por el establecimiento de derechos y deberes iguales y por la abolición de todo privilegio de clase; que el sometimiento económico del trabajador a los monopolizadores de los medios de trabajo, es decir de las fuentes de vida, es la base de la servidumbre en todas sus formas, de toda miseria social, degradación intelectual y dependencia política…” Estatutos generales de la asociación internacional de los trabajadores.

Trabajar 8 horas en lugar de catorce, o dieciseis, descansar por lo menos 1 día, tener un salario que alcanzara para no morir de hambre, igual pago para hombres y mujeres, prohibir el trabajo de niños de 5, 6, 7, 8 años, darles escuela y salud…esas demandas fueron las que enarbolaron cientos de miles de  trabajadores en diferentes países y fue en los Estados Unidos de América que el gobierno respondió con la represión en contra de los trabajadores. Durante varios días de abril y mayo de 1886 en la ciudad Chicago, el gobierno norteamericano desató la represión contra el movimiento obrero que luchaba por bajar las jornadas de trabajo de hasta 18 horas a 8, muchos de los obreros de la fábrica McCormick, fueron víctimas de la avaricia de la burguesía y sus fuerzas represivas, entre ellos los conocidos como los “mártires de Chicago”, 5 de ellos fueron condenados a muerte y tres a cadena perpetua, acusados falsamente de aventar una bomba durante la represión policial en su contra.

En 1904, durante una reunión de la segunda internacional conformada por los partidos que luchaban por el socialismo, se acordó impulsar el 1 de mayo como un día de lucha para el proletariado mundial con la bandera de lograr jornadas de 8 hrs. de trabajo, entre otras demandas; sin embargo, fue hasta después del triunfo de la revolución socialista de 1917 en Ruisa, lograda con base en la alianza obrera campesina que la clase trabajadora, pudo construir su Estado, ser gobierno y hacer posibles las demandas del 1 de mayo y honrar con este triunfo y la construcción del socialismo a todos sus mártires.

Los trabajadores comunistas consecuentes, entre otros, han sido el motor de la lucha de la clase trabajadora por el cumplimiento de sus demandas para lograr condiciones dignas de vida, pero también para lograr la abolición de la dominación de la clase burguesa monopolista trasnacional actual, los representantes más avanzados de la clase trabajadora moderna no sólo luchan por mejoras inmediatas para todo el pueblo, luchan también, por terminar con la dominación de la burguesía y el capital, luchan por construir el socialismo y por ello, como hace más de cien años lo pagan con sus vidas.

Si importar que su lucha se desarrolle dentro de los marcos de la legalidad actual o que hayan tomado las armas contra la opresión, cientos de trabajadores, han luchado para cambiar esta sociedad, podemos diferir en el método de lucha, pero no podemos dejar de reconocer que existen revolucionarios modernos, que al igual que Lucio Cabañas Barrientos, Héctor Eladio Hernández Castillo o César Yáñez Muñoz, han sido víctimas de la represión política y el terrorismo de Estado, tal es el caso de los revolucionarios Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, ambos detenidos desaparecidos el 25 de mayo de 2007 por el gobierno federal de Felipe Calderón Hinojosa y Ulises Ruíz Ortiz, gobernador de Oaxaca.

Los verdugos norteamericanos condenaron a cientos de proletarios a la silla eléctrica, a la horca, a los trabajos forzados, intentaron borrar su memoria y la justeza de su lucha, el gobierno actual pretende ocultar que hay revolucionarios en nuestro país, que existen personas que representan el decoro y la dignidad de miles, y por ello mantienen en su condición de detenidos desaparecidos a Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, como escarmiento para toda la clase trabajadora. Pero no sólo eso, pretenden convencer con su silencio que las fuerzas armadas federales no tuvieron nada que ver, cuando la estrategia de contrainsurgencia en nuestro país siempre ha sido dirigida por el ejército.

Sirva este breve artículo como homenaje a toda la clase trabajadora, a todas sus mejores hijas e hijos, quienes han luchado para toda la clase, nos sólo para lograr mejores condiciones de vida, sino también para terminar con este tumor que nos devora como humanidad: las relaciones sociales capitalistas de producción de distribución y de consumo.

Gloria a los mártires de la clase trabajadora en el mundo, gloria a nuestros héroes y mártires, gloria al pueblo trabajador que desde la fábrica, la oficina, la dependencia pública, el campo o empresas de todo tipo, crea la riqueza social y todavía lucha por la humanidad entera y por el socialismo.

¡Proletarios de lo todos los países uníos!

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